Alemania todavía no puede conjurar la magia de Andrea Pirlo ni el desafío que impide a los germanos superar a Italia en los torneos grandes.
Mario Balotelli marcó dos goles, Andrea Pirlo fue un mago en el mediocampo y la Azzurra mantuvo su invicto en ocho duelos en torneos importantes ante Alemania al vencerla ayer 2-1 en las semifinales de la Eurocopa.
«El obstáculo que representó Italia fue demasiado alto», dijo el delantero alemán Miroslav Klose. «Quizás el hecho de que nunca la hemos vencido pesó en nuestra mentalidad».
Pirlo también dirigió la orquesta italiana en el triunfo 2-0 sobre Alemania en las semifinales del Mundial de 2006, en las que puso el pase para el primer gol, en la prórroga. Ayer, Pirlo fue nombrado el jugador del partido.
Alemania buscaba su cuarto título europeo con la escuadra más joven de esta Euro. Pese a todo el talento de su plantel, ahora vuelve a casa con la esperanza de que un núcleo que incluye a Mesut Oezil, Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger y Mario Gómez esté maduro para conquistar la Copa del Mundo de 2014 en Brasil.
«Es una derrota muy amarga. Cometimos errores estúpidos que provocaron los goles», lamentó el capitán alemán Phillipp Lahm. «Intentamos de todo en el segundo tiempo, pero el gol llegó demasiado tarde. Teníamos mucho potencial en nuestro plantel, pero si no podemos tener la actuación adecuada en el momento oportuno, o si no somos suficientemente listos, perdemos un partido así».
Los alemanes llegaron a las semifinales con una racha de 15 victorias consecutivas en cotejos oficiales, que se remontaba al duelo por el tercer lugar en el Mundial de 2010, un triunfo por 3-2 sobre Uruguay.
Disputaban su cuarta semifinal en un torneo de importancia, era el único equipo que había ganado sus cuatro partidos en la Euro y parecían capaces de despojar del título a España, la selección que los derrotó en la final continental de 2008 y en las semifinales mundialistas de 2010.
Pero antes de que tuvieran la oportunidad de vencer al rival que más se les suele complicar, se toparon con Pirlo.
El generador de jugadas fue el artífice de otro triunfo italiano, controló el partido con visión de cancha y pases certeros, aunque no tuvo un papel directo en los goles. Pero los alemanes fueron incapaces de quitarle el balón, y el astro de la Juventus siempre fue capaz de encontrar al compañero desmarcado.
«Los italianos jugaron bien, y especialmente Pirlo tuvo un partido sobresaliente», dijo el mediocampista alemán Bastian Schweinsteiger. «Ganaron merecidamente».