Alemania se defiende de crí­ticas


Acusada por Estados Unidos de no hacer lo suficiente para apoyar el crecimiento de la economí­a mundial, Alemania salió a defender hoy su polí­tica de austeridad en ví­speras de la cumbre del G20 en Canadá.


La canciller alemana Angela Merkel se dirigió directamente a los norteamericanos en las columnas del diario económico Wall Street Journal, y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, publicó una carta en el Financial Times.

Merkel también habló a sus compatriotas a través de la televisión pública y hará declaraciones antes de partir hacia Canadá, donde los dirigentes de las potencias industrializadas y emergentes debatirán la situación económica mundial.

El mensaje del gobierno de Merkel sigue siendo el mismo: «El objetivo de la estabilidad de las finanzas públicas es importante» para reestablecer la confianza de los consumidores alemanes.

Estados Unidos reprocha a Alemania, primera economí­a europea, esta prioridad acordada a las consideraciones presupuestarias.

Para los norteamericanos, Alemania es el único paí­s del Viejo Continente que podrí­a permitirse medidas de reactivación, ya que está menos endeudado que Francia o Gran Bretaña, por ejemplo.

Tanto a través del secretario norteamericano de Estado para Finanzas, Timothy Geithner, durante una visita a Berlí­n, como con el propio presidente Barack Obama en una carta a los miembros del G20, Washington manifestó su clara preferencia por una polí­tica de apoyo a la coyuntura en lugar de la ortodoxia presupuestaria a la alemana.

El inversor George Soros fue aún más lejos en un discurso pronunciado en Berlí­n. «La polí­tica económica alemana es una amenaza para Europa», juzgó, sin dudar en predecir el fin del euro y un «riesgo para la democracia» a raí­z del exceso de virtud de Alemania.

Pero estas crí­ticas «ignoran las realidades en Europa», comentó el Commerzbank, advirtiendo que para los europeos «se llegó al lí­mite de la polí­tica de apoyo a la coyuntura».

Alemania quiere ahorrar más de 80.000 millones de euros (unos 100.000 millones de dólares) hasta 2014.

El Reino Unido, España e Italia también anunciaron severos planes de austeridad.

Sin embargo, las crí­ticas de Washington se dirigen a Alemania porque a su entender cree que tiene más posibilidades de optar por otro camino.

En efecto, su deuda pública representa el 73% de su Productor Interior Bruto (PIB), por encima del 60% permitido por la Unión Europea (UE), pero muy por debajo de la de Italia, por ejemplo (116%) o de Estados Unidos (83%).

Esta semana Alemania reconoció que el déficit presupuestario estructural de 2010 serí­a unos 15.000 millones de euros inferior a las estimaciones iniciales gracias al vigor inesperado del mercado laboral.

Pero más allá del debate sobre la salida de la crisis, las crí­ticas contra Alemania abarcan también su modelo basado en las exportaciones.

Tal como lo habí­a hecho la ministra de Finanzas francesa antes, Barack Obama mostró abiertamente su preocupación por «la débil demanda de los hogares y la dependencia de las exportaciones».

A este argumento, Merkel opuso su clásica respuesta: «Los éxitos alemanes en materia de exportación reflejan la competitividad y la fuerza de innovación de las empresas alemanas».