La presidencia alemana de la Unión Europea exigió el martes a los países más opuestos a revivir el proyecto de Constitución Europea a «moverse» de su posición, ante el peligro de que el bloque no cumpla su objetivo de salir en 2009 de la crisis institucional en la que se encuentra.
En su cumbre de junio de 2006, los jefes de Estado y de gobierno de la UE encargaron a la presidencia alemana presentar al final de su mandato, en junio próximo, un plan para salir de la parálisis institucional provocada por el rechazo de franceses y holandeses a la Constitución a mediados de 2005.
El objetivo es llegar a una solución definitiva bajo la presidencia francesa de la UE en el segundo semestre de 2008 para que pueda ser aplicada en 2009, año de las próximas elecciones europeas.
Sin embargo, para la presidencia alemana este calendario sólo puede cumplirse si hay un compromiso claro de los 27 miembros de la UE de aquí a junio próximo, dijo el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ante la comisión de Asuntos Constitucionales del Europarlamento.
Por este motivo, «algunos países deberán moverse» de sus posiciones, subrayó Steinmeier.
Como 18 de los 27 países de la UE, es decir dos tercios de los Estados miembros, ya ratificaron la Constitución europea, «algunos deberán moverse más que otros», señaló el ministro.
De este modo, Steinmeier hizo referencia, sin mencionarlos, a Gran Bretaña, Polonia y República Checa, muy hostiles al actual Tratado, pero también a Francia y Holanda.
Al asumir la presidencia de la UE, la canciller alemana íngela Merkel estimó que la UE sufrirá un «fracaso histórico» si no resuelve antes de las elecciones europeas de 2009 su crisis institucional.