Alemania amenazada por huelga



El sindicato alemán de conductores de trenes GDL hoy lunes a sus afiliados a iniciar el próximoviernes una huelga que podrí­a convertirse en la mayor del sector en 15 años en Alemania, donde 10 millones de personas utilizan el tren cada dí­a.

La compañí­a pública ferroviaria Deutsche Bahn «se negó a negociar con nosotros una convención colectiva separada para los conductores. Por lo tanto es la única responsable de nuestro llamado el viernes a una huelga puntual, en todo el paí­s», dijo el presidente de GDL, Manfred Schell.

Schell calificó de «broma» la última propuesta de Deutsche Bahn de aumentar un 10% los salarios de los maquinistas, cuando GDL reclama al menos 30%.

El pequeño sindicato, cuya futura credibilidad dependerá de la amplitud de la movilización, precisará el jueves la hora y la duración de las interrupciones del trabajo durante el viernes.

La última gran huelga en los trenes alemanes se remonta a 1992, duró 11 dí­as y estuvo unida a un movimiento de los funcionarios públicos.

Por su lado, la Deutsche Bahn acusó el lunes de la responsabilidad del conflicto a GDL, «paralizado en el papel de quien dice siempre que no», indicó su directora de personal, Margret Suckale.

Deutsche Bahn, que propone a los conductores un alza de 10% de los sueldos, reprochó nuevamente al sindicato de aislarse y rechazar en bloque un acuerdo concluido este verano entre la empresa y sus dos sindicatos mayoritarios, Transnet y GDBA.

Este último acuerdo prevé un alza de 4,5% de los salarios el año próximo.

Suckale consideró que los 8.000 adherentes de GDL no tienen «el derecho de tomar como rehenes» a los 240.000 empleados de la empresa en el mundo.

Afirmó que Deutsche Bahn está dispuesta a utilizar «todos los medios», incluida la justicia, para oponerse al movimiento.

En caso de huelga, la compañí­a ferroviaria quiere asegurar la circulación de «casi todos los trenes de gran velocidad ICE, los trenes nocturnos y los auto-trenes», dijo el responsable de transporte de personas de la Bahn, Karl-Friedrich Rausch.

Para los trenes regionales y de suburbios, la compañí­a espera que funcionen en torno a un 50%.

Para ello, Suckale dijo estar dispuesta a movilizar a los «miles de conductores que no están adheridos a GDL», y a los funcionarios, que no tienen derecho a huelga y representan un 40% de los 20.000 conductores.

La empresa también llamarí­a a ex conductores de trenes jubilados si es necesario.

Suckale no excluyó llamar a «conductores extranjeros, pero eso debe ser la excepción». Según la prensa alemana, Deutsche Bahn podrí­a recurrir a maquinistas suizos o austrí­acos.

El pulso entre Deutsche Bahn y GDL se prolonga desde el verano boreal. Revela el crecimiento en Alemania de pequeñas formaciones sindicales agresivas que representan oficios bien definidos y rompen la hegemoní­a de los gigantescos sindicatos IG Metall (electrotécnica, metalúrgica, automovilí­stico) y Verdi (servicios).