Roberto Alejos, presidente del Congreso de Guatemala, metió la pata y paró enyesado, luego de una «chamusca» en la gramilla del estadio Mateo Flores, situación que lo tiene alejado de la cancha política desde anoche, tras el juego de los «90 minutos contra la violencia».
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El médico diagnosticó fracturas múltiples en la rótula, incrustación del fémur en la tibia, que agravó la lesión que merece intervención quirúrgica.
En un comunicado elaborado por su oficina de prensa del parlamento, el diputado Alejos da a conocer que para evitar especulaciones sobre el estado de su salud, a partir del lunes próximo se incorporará a sus actividades normales.
Aunque sea con el yeso y con las muletas, él ofrece cumplir su reunión con la Junta Directiva por la mañana, y, en junta de jefes de bloque por la tarde, donde definirán las agendas que cubrirán los tres días de sesiones previstas para 22, 23 y 24 de septiembre, luego del asueto largo por el puente laboral autorizado para todo el Congreso.