Alegrí­a y resignación



Con una mezcla de alegrí­a y resignación, polí­ticos y ecologistas acogí­an hoy en Bali (Indonesia) un acuerdo sobre el cambio climático rebajado para permitir la inclusión de Estados Unidos.

«La hoja de ruta de Bali (…) es un primer paso hacia un acuerdo que pueda afrontar la amenaza del cambio climático, el desafí­o que define a nuestra era», consideró el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

Por su parte, Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), describió el acuerdo como «una verdadera oportunidad para la comunidad internacional de luchar de forma exitosa contra el calentamiento del planeta».

El acuerdo lanzó una ronda de negociaciones de dos años para intentar alcanzar un ambicioso tratado que permita luchar más eficazmente contra el cambio climático una vez que el Protocolo de Kioto llegue a su fin, en 2012.

Pero, bajo la presión de Estados Unidos, el texto evita mencionar objetivos concretos de reducción de gases de efecto invernadero, los causantes del calentamiento. Esta mención era la principal exigencia de la Unión Europea, con el apoyo de los paí­ses en ví­as de desarrollo.

Pese a la frustración, los paí­ses europeos aceptaron con resignación el acuerdo, porque permite salvar el proceso de negociación, que debe culminar en una reunión a finales de 2009 en Copenhague.

«Hemos logrado más de lo que podrí­amos haber esperado antes, pero es menos de lo que se necesita dada la urgencia del problema», afirmó el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel.

«Si no hubiésemos llegado a este acuerdo hoy se nos habrí­a cerrado la puerta, no tendrí­amos abierto el camino de Bali a Copenhagen, eso es lo que salvaguardamos hoy», consideró por su parte Hilary Benn, secretaria de estado británica para el Medio Ambiente.