Una definición muy simple de lo que significa alcoholismo es la de tener cualquier tipo de problemas por el uso del alcohol. Es usual que se considere a alguien con este tipo de adicción solamente cuando se observa en situaciones extremas. Es decir, se queda tirado en la calle, bebe todos los días y tiene una conducta y actitud irresponsable.
Sin embargo, se deja de apreciar como alcohólica a la persona que bebe alcohol de manera consuetudinaria, sin llegar a ser un “bolo” callejero. El uso del alcohol es una práctica social. Muchos jóvenes necesitan compartir unos “traguitos” para sentirse aceptados y apropiados dentro de un determinado grupo. Lo que se observa “muy normal”.
El alcohol sirve de esparcimiento y relajación a los deportistas de fines de semana, que después de una chamusca de futbol, terminan tomándose las cervezas. Ha sido un hábito y una adicción más frecuente en el género masculino. Una de las ideas vendidas para ello, es que parte de la hombría consiste en saberse echar los tragos.
Pero también las mujeres lo utilizan, y cuando ellas son las que tienen la problemática del alcohol, son estigmatizadas socialmente. Las jóvenes corren mayores riesgos con el uso del alcohol. Algunas de las jóvenes que salen a “parrandear” terminan siendo abusadas sexualmente por sus acompañantes o gente fortuita.
Tener problemas con el alcohol significa que este está afectando la salud de una persona, su desenvolvimiento social, que ha tenido dificultades de relación interpersonal como riñas y pleitos, que sin el uso del alcohol no hubiesen existido. Que pueden someterse a conductas riesgosas y conflictos con la ley sin medir las consecuencias del consumo de esta sustancia.
El patrón de abuso de alcohol es una alarma ante la posibilidad de que este se convierta en una dependencia. Es decir, que la adicción al alcohol se instaure como tal. En donde la persona ya no sabe ni suele vivir libre del uso del alcohol. Sus pensamientos, emociones y acciones se encuentran en convivencia con el uso de esta sustancia. Por más que deseen salir de ello no lo logran con facilidad y algunas personas terminan sus vidas por el alcohol.
En Guatemala conocemos el drama que cada familia vive por el alcoholismo. No podemos decir que nadie no tenga un hermano, un primo, un hijo, un padre, un amigo con esta adicción. Enfermedad que se encuentra influida por factores genéticos, psicológicos, culturales y sociales.
Las personas dependientes al alcohol o a otras sustancias de manera frecuente poseen una comorbilidad psiquiátrica. Es decir, que su alcoholismo se encuentre acompañado por otro tipo de diagnóstico psiquiátrico como por ejemplo: Depresión, bipolaridad, trastornos de ansiedad y que inicialmente el uso de estas sustancias haya sido para disminuir los síntomas de éstas que en realidad se profundizan con esta adicción. Por lo que es importante la evaluación psiquiátrica de estas personas.
Lo anterior se dificulta porque en general los grupos de ayuda, que tanto sirven para apoyar a los adictos, en ocasiones se revelan ante la intervención psiquiátrica y el trabajo conjunto se debilita o imposibilita.