El qatarí Nasser Al-Attiyah, a bordo de un Volkswagen, celebró por primera vez en la edición 2011 del Rally Dakar Sudamérica al marcar ayer el mejor tiempo en la tercera etapa y quedó como escolta en la general de su compañero de equipo y último campeón, el español Carlos Sainz.
Al-Attiyah recorrió en 3 horas, 42 minutos y 20 segundos los 500 kilómetros del trayecto entre las ciudades de San Miguel de Tucumán y San Salvador de Jujuy, en el norte de Argentina, con un primer tramo de cañones desérticos y acantilados y un segundo de selva.
Sainz arribó 25 segundos después y tercero el francés Stephane Peterhansel (BMW), a 59 segundos.
En la clasificación general, Al-Attiyah desplazó al francés y ahora escolta a Sainz a 3 minutos, 34 segundos.
En motos, el español Marc Coma (KTM), campeón en 2006 y 2009, también se anotó el primer triunfo de la actual edición. Llegó a meta con un tiempo de 4 horas, 18 minutos y 55 segundos. El francés y actual monarca Cyril Despres (KTM) lo hizo 2 minutos y 21 segundos después.
El galo, sin embargo, se mantiene líder en la general con una ventaja de 14 segundos sobre el motociclista catalán.
El chileno Francisco «Chaleco» López (Aprilia) retrocedió al séptimo puesto de la general a 18 minutos y 21 segundos de Despres.
En camiones, la supremacía del equipo Kamaz esta vez cambió de manos, ya que la etapa la etapa de 200 kilómetros fue para el ruso Vladimir Chagin en 2 horas, 57 minutos y 36 segundos, seguido por su compatriota Firdaus Kabirov a 6 minutos, 45 segundos.
Chagin, seis veces ganador del Dakar, ahora manda en la general con una ventaja de 6 minutos y 23 segundos sobre Kabirov.
Los argentinos dominaron la etapa en cuatriciclos: Tomás Maffei (Yamaha) hizo el mejor tiempo al completar el trayecto en 4 horas, 58 minutos y 4 segundos. Segundo fue Sebastián Halpern (Yamaha) a 1 minuto y 27 segundos y tercero Alejandro Patronelli (Yamaha) a 4 minutos y 23 segundos.
La general tiene a Halpern al mando con una ventaja de 12 segundos sobre Patronelli.
El Dakar deja Argentina el miércoles y cruza la Cordillera de Los Andes para internarse en el desierto de Atacama, Chile, considerado el trayecto más duro de la prueba.