No es posible que las autoridades no tengan un plan de seguridad para erradicar la violencia contra la niñez y adolescencia en Guatemala, la cual es alarmante e indignante, indicó Miguel Ángel López, de la Coordinadora Nacional Contra el Maltrato Infantil (CONACMI).
López dijo, en conferencia de prensa, que el maltrato infantil no es un problema reciente sino que ha existido desde hace muchos años, sin embargo las últimas publicaciones e informaciones que han dado a conocer los medios de comunicación han colocado el tema en el ámbito nacional.
Según el representante de la CONACMI, la saña de varios casos reportados, es una muestra de la magnitud del problema que sufren las niñas, niños y adolescentes guatemaltecos, quienes además de carecer de servicios básicos esenciales ven vulnerados sus derechos humanos.
López lamentó la incapacidad de respuesta de las autoridades y las deficiencias que aún posee el sistema de justicia para brindar protección integral a la infancia, además destacó que en el país no se pueda evidenciar la magnitud de la problemática, ya que no existen registros fidedignos y reales, tal y como los indicó la Relatora Especial de la Organización de Naciones Unidas que visitó Guatemala recientemente.
Por su parte, Aroldo Oquendo, integrante de la entidad, dijo que en un monitoreo realizado a varios centros de salud en el 2010, se constató que varios de los casos ingresados no eran registrados como violencia contra la niñez, lo que demostró que existe un subregistro y se cree que de cada caso registrado hay nueve más que son ocultados.
Oquendo dijo que en ese año se registraron 11 mil casos de violencia sexual, siete mil niños y niñas con violencia física y más de tres mil menores de edad afectados por negligencia, cifras que dan un panorama alarmante de la niñez.
Según Oquendo, son lamentables los patrones de crianza de muchas familias, que utilizan el maltrato físico y psicológico como una medida correctiva, además indicó que otros factores como el estrés familiar, la falta de empleo y las adicciones, entre otros, contribuyen a que los adultos utilicen métodos crueles de corrección.
De acuerdo con los integrantes de CONACMI, cada vez son más frecuentes los niños y niñas que llegan a los hospitales o centros de salud con quemaduras provocadas, fracturas en el cráneo, cortaduras e incluso con daños por quemaduras hechas con toques eléctricos o químicos, además de los altos índices de violencia sexual.
Finalmente, la entidad subrayó la importancia de capacitar a las y los operadores de justicia, ya que mientras existan elevadas tasas de impunidad en los casos de violencia contra la niñez, la situación continuará.