Alarma por peso de la mafia



Italia está alarmada por el peso del dinero de la mafia en la economí­a de Europa y pide medidas para detener el fenómeno, que ha crecido notablemente con la mundialización, advirtió el presidente de la comisión antimafia del parlamento, Francisco Forgione.

En una entrevista, Forgione reconoce que «el dinero sucio proveniente de actividades criminales suele ser invertido en actividades legales en toda la Unión Europea» y que además «las ganancias de esas actividades son administradas igualmente por la mafia».

Tras un año como presidente de la comisión, el diputado considera clave que los paí­ses europeos fomenten la vigilancia de los circuitos financieros.

Por ello, Italia y Alemania firmaron ayer un acuerdo de cooperación para reforzar la vigilancia de la criminalidad organizada italiana en Alemania.

El acuerdo fue firmado cuatro meses después del asesinato en agosto de seis presuntos miembros de la mafia calabrese, la ’Ndrangheta, en la ciudad de Duisbourg, al oeste de Alemania.

Se trataba del primera venganza de la mafia calabresa fuera de su territorio habitual, lo que sorprendió a las autoridades de ambos paí­ses.

«No viví­an en Alemania para administrar simples pizzerí­as sino para invertir en la economí­a de ese paí­s y también aprovechar para entrar en Gazprom, el gigante energético ruso», advirtió Forgione.

Las organizaciones criminales italianas -’Ndrangheta, mafia siciliana y camorra napolitana- se han convertido hoy en dí­a «en verdaderos holdings económico-financieros que saben beneficiarse de la globalización», sostiene.

El volumen de negocios de tales organizaciones, calculado recientemente en 90 mil millones de euros, alcanza más bien «100 a 150 mil millones de euros», según el parlamentario.

Todo inicia gracias al «dinero sucio que proviene del tráfico de droga y de armas, del comercio de desechos tóxicos, de la trata de seres humanos, de extorsiones», sostiene Forgione, del partido Refundación Comunista.

«Cuando hablo de droga, me refiero a la cocaí­na proveniente de América Latina, que es la fuente de mayor de riqueza», subraya el parlamentario.

Para «blanquear» sumas colosales se invierte en sectores tales como las obras públicas, el turismo, la construcción de urbanizaciones y centros comerciales e inversiones bursátiles en todo en continente, desde la Costa Azul, pasando por Milán, Palermo, hasta las islas Canarias.

La legislación de los paí­ses europeos no está preparada para un tal desafí­o: «Por ejemplo, los delitos relacionados con banda criminal, que existen en el código penal italiano, no existen en otros paí­ses europeos, como Francia».

Las leyes de Italia «son buenas», el problema es la red de influencias que benefician históricamente a las organizaciones criminales, que deben ser desmanteladas, explica.

Forgione denuncia abiertamente la «burguesí­a mafiosa», de cuello blanco, compuesta por abogados, corredores de bolsa, expertos en finanzas, polí­ticos, funcionarios públicos: «Sin ellos el dinero sucio no puede ser blanqueado», dice.

Pese a ello, este año se concluye con numerosos éxitos en la lucha contra la mafia.

Tras la detención en abril del 2006 del «capo de todos los capos», Bernardo Provenzano, mumerosos padrinos de alto nivel de la organización han sido detenidos en Sicilia.

Pero lo más importante ha sido el profundo cambio de mentalidad de la sociedad civil, que no tolera más las injusticias de la mafia.

«Por primera vez, los empresarios de Sicilia, tradicionalmente sometidos a las extorsiones de la mafia, decidieron denunciarlos a la justicia», comentó Forgione.

También por primera vez, se adoptó «un código ético» para impedir en las elecciones locales de candidatos juzgados por ví­nculos con la mafia y se presentó un proyecto de ley para facilitar y acelerar el secuestro y empleo por la sociedad civil de los bienes confiscados a la mafia.