Tomar hasta desfallecer parece ser el objetivo de los viajes de vacaciones que organizan miles de jóvenes daneses a distintos puntos de Europa durante sus vacaciones, en una costumbre que ha generado alarma en Dinamarca.
Un joven de 17 años bebió tanto a comienzos de julio en un centro de vacaciones de Bulgaria que murió asfixiado en su propio vómito.
Su muerte abrió un acalorado debate en Dinamarca, país que cuenta con la mayor cantidad de bebedores adolescentes en Europa.
Los padres de los jóvenes y las autoridades danesas han puesto en tela de juicio la realización de estos viajes que ofrecen a los adolescentes la posibilidad de tomar hasta la inconsciencia.
El joven fallecido festejaba en el Sunny Dreams, uno de los centro de vacaciones del mar Negro, en el que las bebidas alcohólicas son servidas toda la noche y a precios mínimos.
Algunas agencias de turismo se han especializado en vacaciones que ofrecen «sexo, sol y distracciones».
Más de 16.000 jóvenes daneses, en su mayoría entre los 16 y los 19 años, viajan cada año a sitios de fiesta de moda como la isla griega de Kos, Lloret del Mar en España o Sunny Beach y Golden Sands en Bulgaria.
Precisamente en Bulgaria, medio litro de cerveza o un trago cuestan cinco a ocho veces menos que en Dinamarca.
La Junta Nacional de Salud de Dinamarca expresó su profunda preocupación por las «vacaciones para beber» y acusó a grupos de operadores turísticos de «poner las vidas de jóvenes en riesgo».
Kitt Broholm, una consultora del Instituto Nacional de Salud Pública también culpa a las agencias de turismo.
«La industria del turismo está explotando la cultura de la bebida entre los adolescentes, los que son, de acuerdo con estudios, los mayores consumidores de alcohol entre sus pares en Europa», declaró Broholm a la AFP.
Luego del deceso del joven en Bulgaria, Broholm hizo un llamado a los operadores turísticos a «ser más responsables y a desarrollar productos de calidad para atraer a los adolescentes en lugar de ofrecerles borracheras sin sentido».
La jefa del comité de salud permanente del parlamento danés, Birthe Skaarup, criticó a los operadores turísticos por «fomentar a la gente joven a emborracharse antes de llegar a los 18».
«Es ilegal, sea en Dinamarca o en el extranjero», enfatizó.
En Dinamarca los jóvenes están autorizados para comprar alcohol a los 16 años, aunque beber en los bares está sólo permitido a partir de los 18.
Skaarup también denunció «la falta de responsabilidad mostrada por los padres».
La jefa del comité parlamentario comentó que exhortará al ministro de Salud, Lars Loekke Rasmussen, a que «intervenga para que la industria del turismo introduzca normas éticas para las viajes de vacaciones de jóvenes».
En 2003, el principal operador turístico de Dinamarca, Star Tours, terminó su oferta de paquetes especiales para adolescentes, puesto que la compañía estimó que no podía controlar «los excesos», según admitió a la AFP su jefe, Stig Elling.
El exceso de alcohol entre los adolescentes también es visto como un problema en otros países europeos.
En España, el ministerio de Salud determinó que dos tercios de los jóvenes entre 14 y 18 años bebe los fines de semana, y además un 34% toma en exceso al menos una vez al mes, en una moda apodada «El Botellón».