En Guatemala las y los jóvenes constituyen el 71 por ciento de la población, quienes a pesar de estar segmentados y de estar divididos por brechas de desigualdad ofrecen diversas vetas de esperanza para el cambio, indicó la columnista Ileana Alamilla.
A decir de Alamilla, en su columna Eclipse titulada “Seremos 7 mil millonesâ€, se ha anunciado que para el 31 de octubre la población mundial alcanzará los siete mil millones de habitantes; en ese marco el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó a la unidad de todas las personas, la pregunta es si las y los guatemaltecos están en esa misma sintonía.
De acuerdo con la periodista, la población joven en el país se dedica al trabajo, de toda naturaleza, aun cuando no han alcanzado la mayoría de edad, muchos de ellos carecen de servicios básicos, de satisfactores materiales y espirituales y otros exigen sus derechos, se organizan para lograr pactos que favorezcan sus condiciones de vida y leyes que respondan a sus demandas.
Según Alamilla, los y las más privilegiadas están dedicados al estudio, al deporte; tienen puestos importantes o están consagrados a las ciencias, lamentablemente, hay, entre la juventud, una parte que está en conflicto con la ley y también es oportuno recordar la cantidad de personas, muchas de ellas pertenecientes a este sector, que están en riesgo de la inseguridad alimentaria.
La columnista, quien también es directora de Cerigua, dijo que el flagelo del hambre se profundiza con los fenómenos naturales y el deterioro del medio ambiente, que se profundiza por la ambición desmedida de unos, la indiferencia de otros y la negligencia de los demás.
Desde el 2000, los jefes de Estado y de gobiernos de 189 países asumieron compromisos para construir un mundo diferente para el 2015, mediante el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), con el fin de erradicar la pobreza, donde todos y todas tengan educación, salud, igualdad y un entorno más sostenible.
Según la profesional, otra de las finalidades de los ODM es que las mujeres no mueran en el parto y que los niños y niñas no padezcan de desnutrición, que la educación y la alimentación sean derechos cumplidos y que el bienestar impere en las familias.
Alamilla dijo que Guatemala no logrará casi ninguno de los ocho objetivos y metas del milenio e indicó que a este paso, si no se toman las decisiones correctas desde los espacios de poder, las y los guatemaltecos seguirán en este descenso hacia lo indeseable.
Finalmente, la columnista hizo un llamado a aprovechar este período electoral y exigir a quienes asuman, el nuevo gobierno, que hagan suyo el compromiso con la humanidad, con el país y con quienes lo habitan, pero también invitó a todos y todas a realizar acciones conjuntas y unir fuerzas para magnificar los resultados.