La actriz Bitty Herrera protagonizó la obra teatral Alaíde basada en el secuestro y desaparición de la connotada escritora guatemalteca Alaíde Foppa.
La obra cosechó el aplauso de la crítica por el papel que desempeñó Herrera, quien en una entrega total le dio vida a este libreto muy doloroso que le tocó vivir a esta insigne poeta que vivía en México y que fue secuestrada en el tiempo del gobierno de Lucas García.
Hoy tomamos unos tópicos del mismo con la autorización respectiva de esta gran señora del teatro guatemalteco como es Bitty Herrera.
ELLA (TIRADA EN EL PISO ENTRE EL PAPEL PERIí“DICO) ¡Agua! ¡Agua!… ¡Por favor un poco de agua! ¡Un poquito de agua!… (INCORPORíNDOSE LENTAMENTE) No pueden tenerme por mucho tiempo así… Â¡Agua por Favor! No pretendan matarme de hambre ni de sed, no me comparen con Ugolino de la Gherardesca, no soy ninguna tirana, ni tampoco una mujer cualquiera, y si así fuera, una mujer común y corriente es también un ser humano… ¡Agua por Favor! No me rasguen la garganta con el filo áspero de la sed… tienen la obligación de darme un poco de agua, no esperen chantajearme que por un poco de agua, yo les tenga que contar cosas, primero les digo que no sé nada y segundo, un vaso de agua no vale la vida de nadie… ¡Vamos contesten!… pronuncien tan sólo una palabra… digan alguna (TRANS.) A mí me gustan las palabras, juego, me divierto, soy feliz y sufro con las palabras… ¡Vamos digan una! Aunque fuese una palabra oscura, negra sucia… ya sabemos que ese es el lenguaje de ustedes. Yo, casi todo lo espero de las palabras sin saber siquiera lo que prometen, lo que me niegan, lo que está más allá del eco que despiertan… toda mi vida buscando palabras propias, sinceras, nuevas, olvidadas, limpias, para decir sin decirlo un secreto que lastima, para dejar que sangre la herida. (PAUSA). ¡Agua por favor! ¡Un poquito de agua! ¿Cuál es mi castigo? ¡Ahhh! ¡Que mi pecado es esconderme entre las palabras! ¡No Señor! Está usted equivocado, las palabras no son pecados… son flores, son paisajes, son canciones, son a veces espadas, pero también son espigas, son caminos… (TRANS.) Yo soy palabra… yo en mi oscuro nido, llevo la poesía como un mal oculto, como un secreto, como un fruto prohibido… ¡Ay..! Quién pudiera volverse música y rasgar el aire sin esfuerzo de no hacer lo que no se puede hacer. (PAUSA) ¡Agua por favor! ¡Un poquito de Agua! (PAUSA LARGA)… Quiero negociar con ustedes, cambio el agua por un lápiz y un papel en blanco… papel en blanco, blanco papel… necesito escribir una palabra, muchas palabras, un poema (TRANS.) Si… tengo que escribir un poema… (GRAN TRANS.) ¿Me dará tiempo escribirlo? Tengo que escribirlo… tengo que escribir un poema… ¿Qué hora es? Las nueve de la mañana… ¡Esperanza! ¡Esperanza! Por favor suba el desayuno… las nueve de la mañana… tengo que escribirlo… voy a ser razonable… primero voy a consultar mi agenda, todo necesita un orden… los boletos del gas, las cuentas del teléfono, los cartoncitos crema y verde de los cobros de la luz. ¡Adelante! (NO ENTRA NADIE) ¡Ah!, es usted Esperanza… gracias por traer el desayuno, póngalo sobre la mesa de noche. El poema… ¿Cuándo escribo el poema? ¿Por qué no entra luz? Ahh!… que el jardín está oscuro… Si Esperanza, mi jardín siempre ha sido un jardín de sombras, en torno a los árboles la hiedra escasea, entonces se ve la tierra muy negra… ¡El Poema! ¿Qué voy a hacer con el poema?… ¡Qué cantidad de cosas y de citas tengo hoy, no sé cómo voy a poder! (PAUSA) Sí, sí, ya sé Esperanza, que usted me va a decir que hago demasiadas cosas y que dice el señor que no paro, que correr tanto es malo para el corazón… y para la poesía, (PAUSA) ¡El teléfono! ¡El teléfono Esperanza, conteste usted por favor! ¿Quién es? ¡Elena Poniatowska! (POR EL TELí‰FONO) ¡Elena! ¿Cómo estás?… otra vez Elena… ya te dije que mi nombre no es Alaide… es Alaíde, con acento en la í… sí, sí, ya sé que piensas en Adelaida. (RíE) No Elena, a mi nombre no se le cayeron unas sílabas (RíE) No Elena, me gusta mucho mi nombre, con acento en la í, así es y así será por todo el largo camino de mi vida (RíE)… (PAUSA) Si Elena tengo que escribir el poema, sí, sí, también te prometo ir a la cena esta noche, también tengo la exposición en la Galería de Arte Mexicano… sí, además tengo que cobrar un cheque en el… no, no Elena, es que tengo que pasar al periódico, no es en el Novedades… sí, sí bueno, te veo en la reunión de FEM. No Elena, no lo hagas, no te apegues tanto a los niños, déjalos un poco solos, ellos necesitan su propio espacio… sí está bien, te veo en la reunión de FEM… sí Elena, gracias, adiós. (CUELGA) (PAUSA) ¡Qué tarde es Dios Mío!…
Los cuentos, un lero lero de ranas se oye en los coros, bajo el amor de los almendros el barro huele a carne de mujer, un arco iris en cien pies, cuatro mujeres se aderezaron con casacas de algodón y flechas, ya están mamando otra vez los gringos, la Anastasia sin apellido, ni reloj… (PAUSA) Con Pablo Neruda, siempre encontraron en él una flama… Pablo… El hombre tierra fue, vasija, párpado del barro trémulo, América arboleada, zarza salvaje entre los mares… Tierra mía sin nombre, sin América, estambre equinoccial, lanza de púrpura… Amo el amor de los marineros que besan y se van… desde el fondo de mí y arrodillado, un niño triste, como yo, nos mira, por esa vida que arderá en sus venas tendrían que amarrarse nuestras vidas. Por esas manos, hijas de tus manos, tendrían que matar las manos mías, por sus ojos abiertos en la tierra, veré en los tuyos lágrimas un día… Yo me voy. Estoy triste, pero siempre estoy triste. Amo el amor de los marineros que besan y se van, dejan una promesa y no vuelven nunca más… puedo escribir los versos más tristes esta noche, oír la noche inmensa, más inmensa sin él y el verso cae al alma, como al pasto el rocío, eso es todo… a lo lejos alguien canta, nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos… ya no somos los mismos… (PAUSA) Sabe señor de corbata y de capucha, que en mi casa… aunque nunca tuve una casa fija para vivir, cincuenta y ocho lugares, distintos a todo lo largo del tiempo, y en cada una siempre hubo razón para reuniones de amigos, amigos de paso y personajes de siempre, grandes amigos nacidos en distintos países, intelectuales, poetas, dramaturgos, novelistas, músicos, escritores, periodistas, pintores, gente con mucho don de gente, con una excelente conversación… En lo único que siempre tuve problemas con mis hijos, fue en el aspecto religioso.