Al que al cielo escupe, en la cara le cae


En el acto de toma de posesión de la junta directiva del Parlacen, el viernes 26, me abordaron diferentes periodistas y me preguntaron mi opinión sobre las declaraciones del presidente y vicepresidente salientes, í“scar Berger y Eduardo Stein, que habí­an manifestado su posible incorporación al Parlacen, al concluir su mandato. En ese momento, se me vino a la mente «Al que al cielo escupe, en la cara le cae».

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Cómo se sentirán los allegados al Presidente y Vicepresidente, «el negro» Alfredo Skinner Klee, representante del actual gobierno ante el Banco Centroamericano y Ricardo Sagastume Morales, máximo empleado de la Cámara de Industria, tan allegados a la supercúpula económica y constantes elogiadores del actual gobierno que tantos privilegios y beneficios les ha dado a ese pequeño sector élite de Guatemala, cuando su improcedente actuar ahora este se les revierte.

Recordemos que fueron ellos los que plantearon ante la Corte de Constitucionalidad las acciones «de inconstitucionalidad general parcial 12-2004 y 213-2004», en las que impugnaron los artí­culos 1 y 2 del Tratado Constitutivo en los incisos b y c de los artí­culos citados, buscando que se declarara inconstitucional que los Presidentes o Vicepresidentes de cada una de las repúblicas centroamericanas pudieran integrar el Parlacen al final de su mandato.

«Bailando al son polí­tico que en ese momento convení­a», los magistrados Juan Francisco Flores Juárez, Rodolfo Rohrmoser Valdeavellano, Saúl Dighero Herrera, Carlos Enrique Luna Villacorta y Carlos Enrique Reinoso Gil, con el voto disidente de los magistrados Guillermo Ruiz Wong y Manuel de Jesús Flores Hernández, el 20 de julio de 2004, declararon en sentencia que en opinión de esa corte, el Presidente y Vicepresidente salientes no podrí­an pasar a integrar el pleno del Parlamento Centroamericano.

Estos comprometidos abogados no se percataron en ese momento que «la ley no tiene efecto retroactivo, salvo cuando beneficia a un reo» por lo que la sentencia no se le aplicaba al presidente Portillo ni a mi persona debido a que nosotros habí­amos sido previamente juramentados y asumido en el Parlacen, como también anteriormente lo habí­an hecho Vinicio Cerezo, Roberto Carpio, Ramiro de León Carpio, Arturo Herbruger Asturias, ílvaro Arzú y Luí­s Flores, previo a la sentencia.

Para evidenciar más sus malignas pretensiones, se revocó el derecho de antejuicio no sólo contra el Presidente y Vicepresidente salientes sino a los veinte diputados por el Estado de Guatemala en el Parlacen.

El tiempo ha transcurrido y ahora le llega el dí­a a quienes escupieron al cielo. Berger y Stein no pueden invocar ignorancia de la sentencia por improcedente que la misma pueda ser. El Presidente del Parlacen, el guatemalteco Julio Gonzáles Gamarra no puede juramentarlos, si lo hiciera a partir del dí­a 14 de enero incurrirí­a en complicidad en el delito de desacato como consecuencia de la acción que promovieron los abogados indicados a los que hoy se les revierte. Por tanto, como dicen en Chile «mala cueva dijo el conejo y se cambió de hoyo».