El mundo ha observado, con sorpresa y satisfacción, cómo una nueva “fuerza popular” derrumba gobiernos que no han sabido responder a sus necesidades y aspiraciones. Desde la “Primavera írabe” hasta la salida de Berlusconi y Rodrí­guez Zapatero, el pueblo dice “no”, marchando por las calles o depositando sus votos. Se sugiere que ha sido la crisis financiera mundial la que ha generado este despertar de las ignoradas “masas”; pero resulta claro que el combustible para este movimiento imparable es, más bien, la “inequitativa distribución de las oportunidades”. Obama enfrentará en las elecciones de 2012 el veredicto de las “masas” estadounidenses.

Las y los migrantes en Estados Unidos sabemos que la llegada de los Republicanos al gobierno significarí­a tener niveles mucho más altos de xenofobia, racismo y discriminación, así­ como de criminalización de los inmigrantes indocumentados. Por ello, es difí­cil que los migrantes y los hispanos apoyemos a algún candidato Republicano, aunque nos ofreciera verdaderos “milagros”. No obstante, eso no garantiza el apoyo entusiasta hacia los Demócratas, si estos no nos toman en cuenta de manera seria. Los guatemaltecos queremos que esta administración estadounidense nos otorgue el TPS; eso posibilitarí­a la movilización de migrantes e hispanos hacia noviembre 2012.

Ahora que Colom y Pérez quieren ambos lucir “con el sombrero del TPS”, la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG) y organizaciones aliadas, que desde octubre de 2010 han insistido en la pertinencia de esta protección, se dirigió, el pasado 18, al presidente Obama y otras autoridades  “para expresar nuestro apoyo a la petición del Gobierno de Guatemala de otorgar el TPS a las y los guatemaltecos en los Estados Unidos. Sabemos que tanto el presidente ílvaro Colom como el presidente electo Otto Pérez se han aproximado a ustedes recientemente para presentar de nuevo esa solicitud”.

La RPDG agrega: “…hoy es el Dí­a Internacional de los Migrantes, de conformidad con la resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1990, y es así­ una ocasión propicia para instarles a brindar una respuesta humanitaria a nuestra petición. No se podrí­a otorgar mejor regalo de Navidad a las y los guatemaltecos indocumentados… que abrirles la ‘ventana de oportunidad’ que a ustedes corresponde proporcionar dentro de las atribuciones y capacidades que tiene el Poder Ejecutivo”.

Finaliza: “estamos a las puertas del año de las próximas elecciones para Presidente de los Estados Unidos… Es claro que quienes tienen una posición claramente antiinmigrante no descansan en sus campañas ni un minuto. Les exhortamos a demostrar el mismo nivel de liderazgo y compromiso por la causa de una migración desde la perspectiva humanitaria… Personas intolerantes promueven leyes restrictivas y punitivas en todo el paí­s y se hace necesario que vean acciones decisivas de parte de quienes desean una reforma migratoria equitativa y justa.  Pensamos que el caso de Guatemala les proporciona la mejor oportunidad para hacer valer su posición… El fin del año es el momento justo para una decisión importante… tal decisión serí­a la mejor manera de iniciar la cuenta regresiva hacia noviembre de 2012”. Aún es tiempo de actuar.