Al menos 54 muertos en atentado suicida en mezquita de Pakistán


Policí­as paquistaní­es inspeccionan el área donde ocurrió el ataque suicida, el cual ocurrió frente a la Mezquita de Charsadda. Más de 50 muertos van contabilizados.

Un nuevo atentado suicida en Pakistán causó por lo menos 54 muertos hoy en una mezquita donde oraba un ex ministro y allegado del presidente Pervez Musharraf, Aftab Sherpao, junto a otros fieles con ocasión del Aid al Adha, la principal fiesta musulmana.


El ex ministro de Interior Aftab Sherpao, un allegado de Musharraf, que rezaba en la mezquita con su hijo, «era evidentemente el blanco» del atentado, confirmó el portavoz de su partido, Salim Shah, y precisó que ninguno de los dos habí­a resultado herido.

El atentado tuvo lugar en la mezquita de Sherpao, un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Charsadda, 30 km al sureste de Peshawar, informó el jefe de la policí­a local, Feroz Shah.

La mezquita está situada en las dependencias de la residencia de Aftab Sherpao, que el pasado 28 de abril ya resultó herido en un atentado suicida perpetrado en Charsadda y que dejó 28 muertos.

«Por lo menos 54 personas murieron y unas cien resultaron heridas en el ataque», declaró Feroz Shah.

El anterior balance era de 50 muertos y decenas de heridos.

El kamikaze se encontraba en la segunda fila de la mezquita, entre los fieles que acudieron a orar con ocasión de la fiesta más importante de los musulmanes, Aid Al Adha, la fiesta del sacrificio, o Aid Al Kebir (la gran fiesta), aseguró Salim Shah.

La sala de oración quedó manchada de sangre y restos de cadáveres.

Este atentado se suma a la ya larga lista de ataques perpetrados en la región, situada a proximidad de las zonas tribales fronterizas con Afganistán, donde los combatientes islamistas afines a Al-Qaeda y a los talibanes combaten desde 2002 contra el régimen de Musharraf y su ejército.

Es también el más sangriento de la ola de atentados que desde hace meses sacude al paí­s, después del perpetrado el 18 de octubre en Karachi contra la ex primera ministra Benazir Bhutto que celebraba su regreso del exilio rodeada de una inmensa multitud. Las bombas de dos kamikazes mataron a 139 personas aunque Bhutto salió ilesa.

El atentado contra Sherpao es también el segundo desde que Musharraf levantó el 15 de diciembre el estado de excepción que habí­a instaurado el 3 de noviembre, invocando la amenaza del terrorismo islámico.

El año 2007 registró un récord absoluto del número de atentados en Pakistán.

Con el ataque de hoy asciende a más de 760 personas el balance de muertos este año en todo el paí­s, casi exclusivamente en atentados suicidas.

Estados Unidos, que considera al régimen de Musharraf como un aliado clave en su «guerra contra el terrorismo», estima que Al-Qaeda y los talibanes afganos, respaldados por los militantes locales, reconstituyeron sus fuerzas en las zonas tribales del noroeste de Pakistán.

Tras el cerco y el asalto contra la Mezquita Roja de Islamabad a principios de julio, en la que murieron un centenar de fundamentalistas fuertemente armados, Osama Bin Laden declaró en persona la yihad, la «guerra santa», a Musharraf y a su régimen, para vengar a estos mártires.

Y recientemente, un comando afí­n a los talibanes anunció, según la prensa paquistaní­, que harí­a todo lo posible para evitar las elecciones legislativas y provinciales previstas para el 8 de enero.

Aftab Sherpao era ministro de Interior del gobierno que Musharraf remplazó el 16 de noviembre por un gabinete interino encargado de preparar las elecciones.

Sherpao era uno de los ministros más intransigentes con los combatientes islamista en el noroeste.

El kamikaze se encontraba en la segunda fila de la mezquita, entre los fieles que acudieron a orar con ocasión de la fiesta más importante de los musulmanes, Aid Al Adha, la fiesta del sacrificio, o Aid Al Kebir (la gran fiesta).

«Espí­ritus perversos»

El presidente Pervez Musharraf denunció a los «espí­ritus perversos» de los islamistas fundamentalistas que perpetraron, según él, el atentado suicida que mató hoy en el noroeste de Pakistán, a más de 50 personas que oraban en una mezquita.

«Un puñado de extremistas quieren imponer sus espí­ritus perversos a una vasta mayorí­a de musulmanes moderados y creyentes, lo que es totalmente inaceptable», declaró el jefe de Estado en un comunicado difundido por la agencia de prensa gubernamental.

El atentado tuvo lugar en la mezquita de Sherpao, un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Charsadda, 30 km al sureste de Peshawar, informó el jefe de la policí­a local, Feroz Shah.

La mezquita está situada en las dependencias de la residencia de Aftab Sherpao, que el pasado 28 de abril ya resultó herido en un atentado suicida perpetrado en Charsadda y que dejó 28 muertos.

«Por lo menos 50 personas murieron y decenas resultaron heridas en el ataque», declaró Feroz Shah, precisando que, más de dos horas después del atentado, numerosos heridos estaban aun siendo trasladados a los hospitales de la región.