Un atentado causó el descarrilamiento el viernes por la noche de un tren de pasajeros entre Moscú y San Petersburgo, en el que murieron al menos 26 personas según un saldo provisional, confirmaron hoy los investigadores rusos.
«No cabe duda de que estamos hablando de un atentado terrorista», afirmó Vladimir Markin, el portavoz del comité de investigación federal ruso, a la agencia de noticias Interfax.
«El equipo de investigadores del comité investigador de la fiscalía rusa encontró y retiró elementos de un artefacto explosivo», informó por su parte el comité en un comunicado.
«Según un balance preliminar, al menos 26 personas murieron y más de 100 resultaron heridas», indicó el comunicado de la fiscalía, que no descarta un aumento del número de víctimas.
Los balances precedentes, todos provisionales, oscilaban entre 25 y 39 muertos, según las fuentes.
El presidente de la compañía ferroviaria rusa, Vladimir Yakunin, señaló que las circunstancias del drama recordaban a un ataque similar registrado hace unos años.
«El esquema de la explosión se parece mucho al incidente que se produjo hace tres años», afirmó en una aparente referencia a un atentado con bomba que en agosto de 2007 hizo descarrilar el mismo tren, el Nevski Express, causando 60 heridos.
Según la fiscalía, se abrió una investigación por terrorismo.
Durante la mañana, la televisión pública había difundido en directo una videoconferencia entre el presidente Dimitri Medvedev y los principales responsables de la célula de crisis. Medvedev llamó a las fuerzas del orden a «hacer lo necesario para evitar el caos porque la situación es dura».
El descarrilamiento de varios vagones del Nevski Express, un tren lujoso utilizado a menudo por los turistas extranjeros que cubre una de las líneas más frecuentadas de Rusia -la que une Moscú con San Petersburgo- se produjo a las 21H34 locales (18H34 GMT) a 284 km de la capital, cerca de la localidad de Uglovka.
Al menos tres extranjeros se encontraban a bordo del tren, según una fuente de la compañía ferroviaria citada por Itar-Tass.
Según una fuente de las fuerzas del orden rusas, citada por Interfax, «un cráter de obús de un metro de diámetro fue descubierto cerca de la vía ferroviaria, y algunos testigos afirmaron haber escuchado una fuerte detonación antes del accidente».
Varios equipos médicos y dos aviones del ministerio ruso de Situaciones de Emergencia con equipos de hospital ambulantes fueron enviados a la región, a donde también se mandó un tren de reserva, según el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.
Hacia la 01H00 GMT del sábado, todos los pasajeros ya habían sido evacuados y los heridos hospitalizados. Mientras tanto, en el lugar del accidente proseguían las tareas de rescate.
«Dos vagones volcaron completamente. Varias personas fueron aplastadas bajo las construcciones metálicas. Escuché gritos y gemidos», declaró un pasajero, Andrei Abramenko, teniente coronel de la policía, citado por el canal de televisión Vesti 24.
El tren estaba formado por 14 vagones y en el viajaban unos 660 pasajeros, señaló la misma fuente citada por Itar-Tass.