Al menos 23 muertos en tres atentados


Un niño herido durante un ataque se encuentra en el principal hospital de la ciudad occidental de Farah. Un atacante suicida, en una motocicleta, mató a 15 personas, mientras que una bomba mató a tres civiles, en el este. AFP PHOTO / Reza SHIRMOHAMMADI

Al menos 23 personas murieron hoy en tres atentados en Afganistán, uno de ellos cerca de Kabul contra un controvertido ex jefe de guerra, un dí­a después de la investidura del presidente Hamid Karzai para un nuevo mandato de cinco años.


Estos ataques elevan a 35 el número de ví­ctimas mortales desde la toma de posesión de Karzai, ceremonia en la que se comprometió a traer paz y seguridad a su paí­s en los próximos cinco años.

Dos soldados estadounidenses y 10 civiles murieron el jueves en dos atentados con explosivos.

Este viernes, el ataque más mortí­fero se produjo en pleno centro de la ciudad de Farah, capital de la provincia del mismo nombre, al suroeste de Afganistán, en una zona desde donde parten los bienes destinados a la gran ciudad de Herat.

«Un kamikaze en moto se hizo estallar en las inmediaciones de mi domicilio», declaró a la AFP el gobernador de la provincia, Rohul Amin Amin, que no resultó alcanzado.

«Quince personas murieron, todos civiles, con excepción de un policí­a», agregó, elevando el balance precedente de 12 muertos.

Unas 34 personas también resultaron heridas, y algunas de ellas se hallaban en estado crí­tico, precisó el gobernador.

Al noroeste de Kabul, cinco guardaespaldas del ex jefe de guerra Abdul Rab Rasoul Sayyaf fueron muertos en la explosión de una bomba al paso de su convoy. Sayyaf no fue alcanzado.

«Una bomba oculta junto al camino estalló al paso del convoy de Sayyaf, en el lí­mite noroeste de Kabul. Cinco guardaespaldas resultaron muertos», declaró a la AFP el jefe de la policí­a distrital, Abdul Razaq Quraishi.

«La explosión no alcanzó el vehí­culo donde viajaba Sayyaf», agregó.

El atentado se produjo en el distrito de Paghman, bastión de Sayyaf.

Abdul Rab Rasoul Sayyaf, de 63 años, es uno de los más famosos jefes de guerra afganos. Este pashtún allegado a Arabia Saudí­ se hizo conocido durante la guerra contra la ocupación soviética (1979-1989), antes de unirse a la Alianza del Norte del comandante tayiko Massud, durante la guerra civil (1992-1994).

Ex profesor de derecho islámico en la universidad de Kabul, fue elegido en el Parlamento y dirige el partido conservador Ittihad-i-Islami. Sayyaf se habí­a alineado durante la campaña electoral con el presidente Hamid Karzai, que asumió el jueves su segundo mandato de cinco años.

Sayyaf ha sido acusado de crí­menes de guerra por asociaciones de defensa de los derechos humanos. El atentado no habí­a sido reivindicado.

Por otra parte, tres civiles murieron en la explosión de una bomba al paso de su vehí­culo, en la provincia de Khost, cerca de la frontera paquistaní­, al este del paí­s.

Otras cuatro personas resultaron heridas. Todas las ví­ctimas pertenecí­an a la misma familia, precisó un responsable de la policí­a local, Gul Dad.

Afganistán es escenario de una sangrienta insurrección de los talibanes, a pesar de la presencia de más 100.000 soldados extranjeros, de los cuales 68.000 son estadounidenses.

El año 2009 es el más sangriento desde la caí­da del régimen de los talibanes en 2001, tanto en lo que se refiere a ví­ctimas civiles como a las fuerzas de seguridad afganas e internacionales.

Estados Unidos y la OTAN estudian la posibilidad de enviar a decenas de miles de soldados más en un último esfuerzo por ganar la guerra contra los islamistas.

En su discurso de investidura, Hamid Karzai prometió devolver la paz y la seguridad a Afganistán y manifestó su esperanza de que las fuerzas afganas estén en condiciones de asegurar solas la seguridad del paí­s en un plazo de cinco años.