Al menos 200 personas murieron el martes en Lagos, capital económica de Nigeria, al incendiarse un oleoducto como consecuencia de un acto vandálico.
Entre columnas de humo se vislumbraban los cadáveres de las víctimas, muchos de los cuales estaban apilados en el lugar, según la misma fuente.
Entretanto, los bomberos luchaban contra las llamas declaradas en el barrio de Abule Egba, en el norte de la ciudad.
Varios testigos estiman que unas 200 personas han perdido la vida en el incendio y una fuente de la industria petrolera local ha afirmado a la AFP que «se teme que haya cientos de muertos».
«Hay más de 100 muertos y más de 100 heridos y el balance aumentará. Estamos intentado recopilar los datos procedentes de nuestros distintos equipos», dijo Odugbesan, uno de los responsables de la Cruz Roja en Lagos.
La policía del estado de Lagos acordonó la zona del accidente, ocurrido a primera hora de la mañana en Abule Egba, en la parte norte, señaló una fuente policial.
«Un acto vandálico en un oleoducto ocasionó un incendio», agregó.
Varios testigos afirman haber visto a un grupo de hombres no identificados en la zona para robar carburante que querían cargar en camiones cisternas y, según ellos, la explosión se produjo a continuación.
«Vinieron a perforar el oleoducto y llenaron los (camiones) cisternas con combustible antes de darse a la fuga», afirmó Joe Okah, quien añadió que la explosión tuvo cuando los habitantes del barrio habían llegado a la zona para servirse carburante.
Los robos de este tipo son frecuentes en Nigeria en momentos de penuria de carburante como la que vive actualmente Lagos.