Noticias que nos han llegado de amistades en Uruguay nos indican que, de repente, la psicología del pueblo uruguayo se modificó y se sienten ahora capaces de lograr grandes transformaciones en su país. Ha habido una unidad que no se había visto antes y todos se han volcado a las calles para dar su pleno apoyo a una causa nacional: el comportamiento como campeones mundiales en Sudáfrica, aunque quizás futbolísticamente solamente alcancen el tercer puesto. Es una gran lección para otros pueblos, principalmente el guatemalteco, al que le cuesta unirse en torno a causa alguna.
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Hoy tenemos una causa, a la cual creo que pocos connacionales podrían dejar de sumarse, que es la obtención del TPS en Estados Unidos. Su efecto en Guatemala sería inmediato: no más deportados y muchas más remesas, aparte de lograr nuestra visibilidad en Estados Unidos, en condiciones de dignidad que hasta ahora no se nos ha reconocido. Desde luego, para lograr esta decisión del gobierno de Obama, debemos esforzarnos todos y mostrarnos como un país unido, porque el debate migratorio en ese país es intenso y hay corrientes antiinmigrantes muy fuertes, que se empeñan en legislar en contra, como es el caso de la nefasta ley SB 1070 de Arizona. Esas corrientes no reconocerán nunca el carácter humanitario del TPS, sino que lo consideran solamente como un instrumento político para ayudar a sus aliados. Por ello, debemos asumir el TPS para Guatemala como causa nacional.
La coalición de organizaciones liderada por la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG) ha desarrollado una campaña pro TPS desde que el gobierno de Colom lo solicitó, el 4 de junio. Se han enviado cartas a Colom y a Obama, a la Secretaria de Homeland Security Janet Napolitano y a la Secretaria de Estado Hillary Clinton. Se han enviado postales y se han hecho llamadas telefónicas a la Casa Blanca y se ha logrado el apoyo de cientos de organizaciones en Estados Unidos y otros países. También ha empezado a actuar el movimiento social guatemalteco, con cartas, llamadas y participación electrónica. No obstante, podemos y debemos hacer mucho más.
En la segunda fase de la campaña, que incluirá muchas acciones más, incluidas las de cabildeo en Washington y las de apoyo de figuras estadounidenses de reconocida trayectoria, para nosotros juega un papel fundamental que nuestra sociedad civil se manifieste de múltiples maneras. La más importante, que hemos solicitado ya a organizaciones del movimiento social que convoquen, es una manifestación el viernes 16 de julio ante la Embajada de Estados Unidos en Guatemala. No se tratará de una protesta ni tampoco de una exigencia, porque otorgar el TPS es potestativo del gobierno estadounidense. Se tratará de una petición colectiva de un pueblo unido que asume como causa la regularización de nuestros connacionales en Estados Unidos. Será un acto de fe, con respecto a los valores humanitarios y solidarios de un país que siempre se ha sostenido en los migrantes para su desarrollo. Será la afirmación de que también los guatemaltecos podemos aportar a Estados Unidos, en su condición de país de migrantes. Ese será nuestro mensaje y necesitamos que lo digan a viva voz miles de ciudadanos guatemaltecos.