Al grano


Este lunes 30, en Costa Rica, los presidentes centroamericanos efectuarán con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden una primera reunión, el segundo acto que establece la forma, el ritmo y el tiempo de lo que serán las relaciones entre Estados Unidos y Centroamérica.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

La agenda ya está conocida, parte de la actitud ya fue manifestada en la visita que hiciera al área el secretario de Estado adjunto para América Latina, Thomas Shannon. Sabiendo cuáles son los temas, la posición que al respecto de cada uno de ellos pretende mantener Estados Unidos, es de esperar que nuestros presidentes, sus cancillerí­as y equipos hayan hecho los esfuerzos y coordinaciones para ir directamente al grano.

 

Es preferible un rato colorado y no mil descoloridos. Si con educación, realismo y respeto establecemos nuestras prioridades, donde indudablemente el tema de los guatemaltecos y guatemaltecas que han inmigrado, es y debe ser el de mayor prioridad por el gran significado social y económico que ese millón y medio de compatriotas significa en el combate a la pobreza, la extrema pobreza, al mantenimiento de la existencia de 4.5 millones de familiares, donde más de 2 millones son menores de edad, nos permitirá que ellos comprendan, aunque por supuesto ya lo saben, que para Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y en mucho menor grado para Costa Rica y Panamá, ese tema es de vida o muerte.

 

El presidente ílvaro Colom tiene que hacer mucho énfasis en que fueron las mismas condiciones las que en el pasado justificaron el que se estableciera un TPS a favor de El Salvador y Honduras y que si bien el gobierno de turno de Guatemala, equivocadamente no lo planteó y solicitó, la actual crisis mundial hace aún más necesario que el tratamiento para los guatemaltecos sea igual que el que se dispensa para nuestros hermanos salvadoreños y hondureños.

 

Estamos hablando en nombre de la tercera parte de la población de Guatemala, cualquier equivocación que cometamos o cometan ellos será peor que un huracán, peor que una guerra civil, pues destruirí­a las posibilidades de vida de ese gran número de niños, esposas, padres y demás familiares que dependen y subsisten de la remesa mensual que reciben.

 

Entre más enfáticos seamos, entre más bien planteadas estén nuestras posiciones y actitudes mejores probabilidades tenemos que en la Cumbre de las Américas, a realizarse en Trinidad y Tobago del 17 al 19 de abril, al máximo nivel que implica la presencia del presidente Barack Obama y de todos nuestros presidentes, mayores serán las probabilidades que un entendimiento en el tema migratorio.

 

Por supuesto que los norteamericanos serán los más interesados en cuanto al narcotráfico y la criminalidad que el mismo conlleva; sin bien, estos son asuntos que a nosotros también nos conciernen, no deben predominar sobre los temas de migración y comercio que son los principales componentes de cuanto nos afecta la crisis económica mundial, originada, gestada y desarrollada principalmente en los Estados Unidos.

 

Si toda Centroamérica actúa coordinada, con una voz consistente, con educación, respeto pero sobre todo con dignidad, seguramente el Presidente norteamericano, el Vicepresidente y sus equipos que los apoyan, recomiendan y asesoran, mirarán que los paí­ses del Istmo son «chiquititos pero no tontos».