Al clásico a mil por hora


Hace mucho tiempo que el Madrid y el Barcelona convirtieron la Liga en un asunto de dos, un pulso entre dos de los mejores fórmula 1 del fútbol mundial, dos gigantes que buscan la llamada excelencia a través de dos modelos antagónicos.


Al Madrid le sirve la cantinela de que el fin justifica los medios o, lo que es lo mismo, que bien estarán los 250 millones de euros salidos de la chequera de Florentino Pérez si eso sirve para que el Barí§a se quede en blanco después de ganar todo lo posible en el planeta.

Desde la acera del Camp Nou ocurre que el resultado sólo se da por bueno bajo una forma de hacer las cosas. Guardiola hace patria del juego coral mientras Pellegrini ha armado un mecano con las piezas más caras, pero con bastante menos pegamento. Si el Barí§a gana por puntos, el Madrid deja nocaut a los rivales.

El deporte siempre ha sido el mejor terreno de cultivo para grandes duelos y entre el Bernabéu y el Camp Nou se ha generado tanta electricidad que todo lo demás ha oscurecido. Ni siquiera cuando entre medias el Barí§a se juega el billete para las semifinales de la Champions, mañana contra el Arsenal, se habla de otra cosa que del clásico del próximo sábado.

Hoy no hay otra guerra en la Liga que la de estos monstruos, dos conjuntos que vuelan a un ritmo tan demoledor que han dejado de mirar al resto por el retrovisor para derrumbar un récord tras otro, peleados ambos con la historia.

El desparrame de victorias y goles es tal que, a estas alturas, cuando todaví­a faltan ocho jornadas para el cierre de la Liga, suman ya los mismos puntos (77) que los que sumó a final de campaña el Valencia de Bení­tez que ganó el campeonato de 2004 y más que el Madrid de Capello que levantó la copa hace tres temporadas (76). Sucede que uno de los dos se quedará por el camino por mucho que ambos merezcan entronizarse, cada uno a su estilo.

Al Barcelona le bastó el sábado con su pinta menos glamurosa. Sin la purpurina de Alves, Ibrahimovic e Iniesta, con un rato de Xavi, algunos latigazos de Messi y mucho Bojan, despachó al Athletic (4-1) la noche que Guardiola alineó a más pretorianos que artistas.

A la vuelta de la esquina está el Arsenal y en el horizonte la final europea del Bernabéu, así­ que el técnico reservó fuerzas para la semana más dura. El plan se torció por la lesión de Ibrahimovic, ahora que habí­a recobrado el tino, baja segura ante los gunners y duda para el clásico. La versión del Barí§a la primera parte ante el Arsenal, el miércoles pasado (2-2), fue tan deliciosa como inocente y si algún equipo no concede una segunda oportunidad es este Madrid arrollador.

El Barí§a pasó página sin mucho sudor, lo mismo que el conjunto blanco en Santander (0-2) . El mazo de Cristiano e Higuaí­n es la gloria para el Madrid, que llega al partido de los partidos con el cuchillo entre los dientes y sin margen de error. Después del enésimo patinazo en la Liga de Campeones, Chamartí­n ha perdonado un juego gris porque el equipo va como un tiro y en la Liga nadie le tose en casa. En Santander dio un par de bofetadas y se dejó llevar sin muchos ánimos el resto del partido. Pellegrini recuperará el compás de Xabi Alonso y quién sabe si la varita del imprevisible Guti para intentar acabar con el fantasma del 2-6 y la exhibición azulgrana del año pasado. En nada se parece aquel Madrid al de ahora. El Barí§a es casi el mismo, salvo que ha cambiado el fuego de Eto»o por la torre de Ibra.

El duelo admite tantos análisis como aristas tienen los equipos. No hay dos jugadores más distintos que Messi y Cristiano como dos conjuntos y dos modos de entender el fútbol tan dispares como el Madrid y el Barcelona. El esprint es tan taquicárdico que hasta se mira cada gol a favor y en contra por si al final hay que sacar la calculadora. Los dos han llegado a mil por hora. Y ya no se puede frenar.

PELLEGRINI Ahora, el Barí§a


Manuel Pellegrini destacó el trabajo defensivo que hizo su equipo, dejando la porterí­a a cero y manifestó que estuvieron más espesos en el apartado ofensivo: «Es importante ganar y lo hicimos bien. Tuvimos solidez y dejamos nuestra porterí­a a cero. No fuimos brillantes en la parte ofensiva, pero tuvimos más ocasiones. En términos generales estoy satisfecho con la solidez que mostró el equipo».

El chileno vio a su equipo muy bien asentado en el campo y eso lo destaco como la clave para ganar: «La plantilla tiene claro lo que hace. Siempre hay partidos mejores y peores. El Racing sólo llegó una vez a nuestra porterí­a. Pero sí­ es verdad que fuimos menos creativos. Pero me quedo con la solidez».

Otro de los momentos decisivos, según el técnico blanco, fue la entrada al campo de Guti, que le dio más verticalidad al juego:»La entrada de Guti fue importante. En el inicio del segundo tiempo perdimos el control del balón y con él lo recuperamos».

El Clásico ya está en su cabeza y esto es lo que piensa: «Ahora que terminó el Racing nos vamos a meter de cabeza en el partido contra el Barcelona. En la ida tuvimos un marcador adverso y no se correspondió con lo que sucedió en el campo. No podemos perder la identidad. Es un partido difí­cil y vamos a salir a buscar el partido. No creo que haya favorito. Los dos equipos llegamos en un buen momento, con muchas victorias y en estos partidos el que se equivoca menos es el que gana. Necesitamos recuperar los puntos que perdimos en el Camp Nou. Estoy seguro de que podemos ganar».

Sobre los cambios en el once comentó: «Metzelder y Diarra estaban a buen nivel y por eso jugaron. Han hecho un buen partido. Yo veí­a en los entrenamientos que estaban a un buen nivel».

IKER CASILLAS «Cantidad insólita»


– El equipo no hizo un partido brillante pero a cambio no encajó goles. ¿Se va contento por eso?

– En este partido hemos demostrado bastante solidez defensiva y eso ha sido lo que por fin nos ha vuelto a permitir mantener la porterí­a a cero.

– Enfrente ha estado Sergio Canales, futuro compañero suyo. ¿Qué le ha parecido la joven perla cántabra?

– La verdad es que Canales es un chico con mucho desparpajo. Le deseo toda la suerte del mundo este año con el Racing y ya a partir de la temporada que viene en el Madrid.

– Ahora llega el esperado Clásico. Los dos equipos llegan al partido que parece decisivo con las espadas en todo lo alto…

– Es cierto. Es algo insólito la cantidad de puntos que llevamos a estas alturas del campeonato. De todas formas no hay que perder de vista el calendario, porque después del Clásico aunque quedan unas cuantas jornadas por jugarse.