Siempre con acertados comentarios en su columna editorial del excelente Diario, y es que es muy desagradable como injusta la actitud de las autoridades del Aeropuerto La Aurora, porque a mí me consta, por referencias, la labor que realiza la Sociedad Protectora de Niños y, directamente, la de la Asociación de Señoras de la Caridad de San Vicente de Paúl; el Dr. Asturias Valenzuela es un hombre probo y benefactor ad honórem de la Sociedad Protectora de Niños, cuya institución pasa por muchas dificultades para subsistir con su ímproba labor de muchos años atrás, que los funcionarios de hoy desconocen, porque quizá no habían nacido. Asimismo ocurre con las Señoras de la Caridad de San Vicente de Paúl, con su Puerto Libre Vicentino, a quienes tuve el placer de prestarles mis servicios profesionales, y enterarme también, en lo personal, de su sacrificio y abnegación sin límites, sin devengar ellas tampoco ningún emolumento ni canonjías de ninguna naturaleza. Es por ello que tienen mucho más derecho, sin regateos, a un acceso preferencial en las instalaciones del Aeropuerto La Aurora, que aquellos, de paso extranjeros, que sólo buscan egoístas ganancias para su propio provecho personal.