El real brasileño se valoriza rápidamente y puede llegar a 1,95 por dólar, el mismo nivel de 2000/2001, debido a la elevada liquidez internacional, al voluminoso superávit comercial de Brasil y a las altas tasas de interés practicadas en el país, según afirmaron analistas.
Después de cinco subas consecutivas, el real se mantuvo casi estable este martes a 2,028 por dólar (-0,15), para acumular una apreciación de 5,37% en lo que va del año y de 74,21% desde el inicio del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, el 1 de enero de 2003.
El lunes se había cotizado a 2,025 por dólar, su mayor valor desde el 6 de marzo de 2001, cuando se cotizó a la venta a 2,020. El riesgo país, en tanto, cayó a sus niveles más bajos: 155 puntos el lunes según JP Morgan.
«Una constelación de astros se alinea a favor del real», dijo el martes a la AFP el director de RC Consultores, Fabio Silveira, en relación a los factores que se combinan para presionar su alza, que en su opinión está «fuera de lugar» porque provoca la retracción de la industria manufacturera.
«No hay nada que el Banco Central (BC) pueda hacer para contener esa tendencia», dijo a la prensa el presidente del banco Bradesco, Marcio Cypriano, al fundamentar la revisión de su proyección para el real, de 2,05 a 1,95 por dólar en diciembre próximo.
Marcos Forgione, analista de la casa de cambios Souza Barros, aseguró a la AFP que el real puede llegar a 1,95 por dólar en abril «porque la tendencia a la valorización es firme», pese a que en la jornada sufrió una ligera depreciación.
Otro analista, Adilson Gois, del cambio Levycam, recordó a la AFP que «el mercado anticipaba una tasa de 1,95 por dólar en en abril o mayo».
El presidente del BC, Henrique Meirelles, se abstuvo de comentar el avance de la divisa brasileña, pero admitió su preocupación con su ritmo acelerado. «Nos preocupamos con todos los aspectos que puedan afectar la competitividad futura del país», confesó a la prensa.
En 2007, hasta fin de marzo, para contener la subida del real, el BC compró 21.842 millones de dólares, 64% de lo adquirido en todo 2006 y elevó las reservas a más de 110.000 millones de dólares.
El alza de la moneda se fundamenta en el superávit comercial de 46.000 millones de dólares en 2006 -y de 42.000 millones de dólares en 2007 según estimaciones-, y por el nivel de la tasa básica (Selic) de intereses (12,75% anual), irresistible para capitales foráneos.
El aumento del precio de las commodities favorece la exportación brasileña, que disminuye en volumen pero crece en valor, para mantener el holgado saldo de la balanza comercial.
Por otro lado, las dudas sobre la estabilidad estadounidense, alientan a los inversores financieros, con fuerte liquidez, a buscar mercados emergentes, y entre ellos Brasil se destaca por su atractiva tasa de interés.
Paralelamente las calificadoras redujeron el riesgo país de Brasil, la Bolsa sueña con el «investment grade» (grado inversor) e impulsa su principal índice, el Ibovespa, a superar todas sus marcas.
«Semanas atrás se anunció que las Inversiones Externas Directas (IED) llegarán en 2007 al récord de 20.000 millones de dólares, lo que refuerza la curva de caída del dólar», explicó Forgione.
«Las IED vienen a quedarse, a diferencia del capital financiero, que invertido en la bolsa o en bonos de deuda puede retirarse cuando pierde interés, pese a que por los estímulos fiscales está forzado a permanecer 90 días», precisó el analista.
El ex ministro de Hacienda, Delfim Netto, dijo al diario Valor que «el real es la mercadería más deseada», y que desde 2004 se apreció 36%, «mucho más» que el 16%, que registraron en promedio las monedas de los países emergentes.
La sobrevalorización deriva del «dominio del sistema financiero sobre el productivo» que ha llevado a «la destrucción de la industria» destacó Delfim. «La idea de que el fortalecimiento el real es producto de las virtudes de la economía brasileña demuestra una ingenuidad mortal», concluyó.