Un aire de fin de fiesta invade Arco, la gran feria internacional de arte contemporáneo de Madrid, que abrió sus puertas hasta el lunes, mientras varios participantes pronostican efectos desastrosos de la crisis sobre el sector.
«Es innegable que la recesión económica tendrá sus efectos. Ya algunas galerías extranjeras renunciaron a venir este año debido a la crisis», reconoció la directora de Arco, Lourdes Fernández.
«Las ventas no llegarán al nivel de años anteriores, pero no serán tampoco tan malas. Intentamos convencer a la gente de que el arte es muy importante, incluso en tiempo de crisis, y que sigue siendo una buena inversión», añadió.
La crisis ya está aquí, es innegable, reconoce Fiona Liewehr, directora de la galería Georg Karyl Fine Arts, de Viena. «Antes, la gente compraba rápidamente y reflexionaba después. Ahora, toman su tiempo», explica.
Daniele Pescali, de la galería londinense Imago Art, especializada en obras de arte italianas, admitió que los precios retrocedieron entre un 15% y un 25% en los últimos seis meses.
«Pero sigue siendo una buena inversión, mejor que lo inmobiliario o la bolsa», afirmó. Los precios de las pinturas expuestas en su stand varían entre los 5 mil y los 2,5 millones de euros, bastante lejos del récord de la feria, de 13,5 millones de euros por un Francis Bacon.
La feria, uno de las citas más importantes con el sector en Europa, vivió una gran expansión en los últimos años, con una presencia cada vez mayor de profesionales y compradores de países emergentes.
La edición 2008 terminó con un número récord de visitantes, 200 mil personas y ventas estables. Pero este año, el número de participantes está en franca disminución, con 238 galerías de 32 países, 57 menos que el año precedente.
Europa se hunde en la crisis y las galerías tienen grandes dificultades para vender. En España, el gobierno espera una retracción del 1,6% del PIB para 2009, debido sobre todo por la caída del sector de la construcción y el mercado inmobiliario.
«Tenía clientes constructores que han desaparecido», se lamente Alvaro Alvarez, que dirige la galería homónima en Madrid.
En este contexto y ambiente, la feria apunta cada vez más hacia las economías emergentes, que figuran por ahora como las más esquivas a los efectos de la crisis. La edición 2009 está dedicada a India, presente con 13 galerías y 50 artistas.
El número creciente de coleccionistas privados en ese país, una economía en fuerte crecimiento ( 5,1% previsto para el 2009, según el FMI), y los artistas locales cuya cotización aumenta, hacen del mercado indio «uno de los más prometedores para el arte del siglo XXI», según los organizadores.
Por parte de los artistas, algunos creadores, como la artista británica Jodie Carey, cree que la crisis económica podría finalmente convertirse en una excelente ocasión para los jóvenes talentos.
«Los galeristas están interesándose por precios menores, lo cual supone una oportunidad para las nuevas generaciones», explicó esta artista de 27 años en el diario madrileño Público.