Airbus atenazado


Cliente. La compañí­a UPS es el único cliente restante de Airbus. Esta aerolí­nea se ha visto afectada por diferente problemas legales entre Francia y Alemania.

El gigante europeo de la aeronáutica Airbus vivió una de sus semanas más difí­ciles, con la postergación del anuncio de su plan de restructuración «Power 8», y un telón de fondo de crecientes querellas franco-alemanas.


Ese plan de ahorros -que incluirí­a supresión de empleos, venta o reconversión de algunos centros de producción- debí­a ser anunciado el martes, pero fue postergado por profundos desacuerdos entre Francia y Alemania sobre la repartición del peso de las medidas incluidas en «Power 8».

A ello se añade la falta de consenso sobre las tareas industriales que unos y otros deberán asumir en el programa del futuro avión de largo alcance A350.

La crisis entre franceses y alemanes en torno a Airbus fue uno de los puntos centrales de la reunión informal, el viernes cerca de Berlí­n, entre el presidente Jacques Chirac y la canciller Angela Merkel.

Ambos abogaron por un «reparto equitativo de los esfuerzos» en el plan «Power 8», una restructuración indispensable tras la grave crisis que afecta desde hace meses a Airbus y a EADS -su sociedad matriz-, por los retrasos de producción y entrega del avión gigante A380.

Mas allá de declaraciones polí­ticas de principio, el problema será cómo repartir concretamente los 10.000 puestos de trabajo que –según el Primer ministro francés Dominique de Villepin– serí­an suprimidos, o qué fábricas de Airbus en uno u otro paí­s se verí­an afectadas.

Airbus emplea a unas 56.000 personas (31% en Francia, 36% en Alemania, 18% en Reino Unido, 6% en España, el resto en otros paí­ses). Hay 16 centros de producción de Airbus en Europa, de los cuales cuatro en Francia y siete en Alemania.

Según el diario Financial Times Deutschland del jueves, Airbus podrí­a deshacerse de cuatro de sus siete fábricas alemanas, una información que no contribuye a aplacar los ánimos de Berlí­n.

Considerada como una de las joyas de la industria europea, EADS es fruto de una fusión transfronteriza en 2000 entre el francés Aérospatiale Matra, el alemán DaimlerChrysler Aerospace (DASA) y el español CASA.

El resultante grupo de aeronáutica y defensa europeo EADS es hoy una sutil mezcla de intereses públicos y privados.

El grupo francés Lagardí¨re tiene 7,5% del capital de EADS y el Estado francés, un 15%. Los alemanes poseen también, en total, un 22,5%, a través del constructor germano-estadounidense DaimlerChrysler (15%) y un consorcio alemán público y privado (7,5%).

España tiene algo más del 5% mediante el holding público SEPI, y el resto cotiza en bolsa.

Oficialmente, los gobiernos de Francia y Alemania aseguran no querer influir en las decisiones del consejo de administración de EADS, copresidido por el francés Arnaud Lagardí¨re y por el alemán Manfred Bischoff (DaimlerChrysler).

Pero la última crisis franco-alemana demuestra claramente la injerencia polí­tica en los asuntos industriales de EADS y de Airbus. En efecto, los dos gobiernos «pesan» gracias a su presencia financiera, mediante subvenciones al sector aeronáutico o suscripción de contratos militares.

Desde su llegada al poder, Angela Merkel abogó por la consolidación de grandes grupos industriales europeos, por encima de rivalidades o susceptibilidades nacionales.

A diferencia de los franceses, la canciller repudia la intromisión estatal en las empresas.

Sin embargo, respecto a Airbus, ni Parí­s ni Berlí­n parecen ser capaces de superar viejos atavismos, según lamentó esta semana la prensa alemana. «Airbus se va a romper si franceses y alemanes siguen actuando como lo han hecho hasta ahora», advirtió el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.