Ahora ya no les gusta la CICIG


hector-luna

Cuando en el gobierno de Colom se instaló la CICIG, por medio de esta columna puse en duda sus resultados pero mostré mi desagrado por la intromisión de una institución internacional en temas relacionados con asuntos sensibles como son la seguridad que implica no solo estructuras criminales que están presentes en el Estado, sino la falta de acción efectiva del sistema de justicia.

Héctor Luna Troccoli


Incluso consideré que fundamentalmente en la cadena de combate al crimen organizado debía de tener una mayor participación instituciones, que por el contrario, forman parte de él como el Ejecutivo, el Organismo Judicial, el Legislativo y por supuesto otras instituciones de todo tipo de condición e influencia.

 Y es que existen dos clases de crimen organizado uno, el institucional público compuesto por estructuras “legales” (así entre comillas) que existen en el Estado y me refiero a los tres organismos que lo componen, al sector privado, a las municipalidades y muchos más, grandes y pequeños.

  La otra clase del crimen organizado que surge, unos de manera independiente como el narcotráfico y las maras y el otro, impulsado por quienes siempre han mandado en este pobre país: el ejército y los ´poderes económicos, como los bancos que guardan y lavan el dinero de los narcos, o los que prestan nombres de “prestigio” para crear constructoras, hoteles, condominios residenciales, centros comerciales, etcétera, con los que también lavan dinero que puede provenir del erario público o de actividades criminales que incluyen asesinatos. Todos protegidos por el dinero y la fuerza.

 Con absoluta reserva contemplé el surgimiento de la CICIG, particularmente cuando su primer jefe, Castresana, parecía una estrella mediática, ansiosa de obtener galardones y una prepotencia que indignaba: lo siguió el tico Dall’annesse, quien con un actuar más discreto y menos visible también no logró dar aportaciones significativas al sistema de justicia, como, pese a su actitud de “prima donna”, si las dio su antecesor.

 Ahora acaban de nombrar a un abogado colombiano, Iván Velásquez, que me parece más serio, más realista y más compenetrado de las funciones que debe asumirla CICIG para ayudarnos. De entrada a dado su apoyo y promoverá que tal vez el congrueso apruebe un proyecto de ley que ya tiene sus años y se encuentra, como todo lo importante, metido en el congelador: las reformas a la ley de amparo, habeas corpus y constitucionalidad, para que no se abuse de esta figura del amparo para retardar procesos, cosa que urge para los ciudadanos honestos del país menos, por supuesto, para los diputados que tampoco quieren reformar la ley del antejuicio ya que eso los perjudica ya que si se facilitara o mejor si se eliminara ese “privilegio”, como dijo el nuevo jefe de la CICIG que se hizo en Colombia, la mitad de los funcionarios del país, y un 80% de los diputados estarían en el bote.

 Otra cosa que resaltó el nuevo jefe de la CICIG es que se investigaría el financiamiento de los partidos políticos por lo que saltaron como picados por una chichicúa don Otto Pérez Molina y doña Roxana Baldetti, incluso esta última dijo que todos sabemos (incluyéndose a ella), que alcaldes y funcionarios han recibido dinero del narcotráfico aunque dicen que no son del PP.

(Nosotros, el pueblo, también lo sabemos)

 Pues fíjese su excelencia, de que los que más plata recibieron, no solo del narcotráfico sino de otros grupos de dudosísima reputación a quienes el gobierno sigue pagando facturas, es el partido oficial, aunque, lamentablemente no se tengan las pruebas del caso, como dijo Baldetti- pues si las tuviera, al menos se presentarían las denuncias al Ministerio Público, antes de que pongan a un fiscal ¿o una fiscal? del gobierno.

 La reacción de Pérez y Baldetti por lo que dijo el nuevo Director de la CICIG es más que evidente y les causó tal impacto al firmar que “ya no les dará tiempo” que “solo tienen dos años más” y que “ya no pedirán la prórroga necesaria a la ONU para que siga en esas investigaciones la CICIG”. ¿Tienen miedo sus excelencias?….

No se asusten supremos mandamases y usted doctor Velásquez, jefe de la CICIG, cuídese pero échele una mano a Guatemala y termine con algunos malos patriotas.

  Con estas evidencias me pregunto: ¿el PP y sus jerarcas no han recibido pisto del crimen organizado y no organizado como tal, en el país y en el extranjero?… ¿usted qué dice?…