El presidente Obama dice que los mismos que le han exigido a los Estados Unidos que no intervenga en Latinoamérica, son los mismos que ahora le piden mayor intervención en el caso de Honduras.
Pareciera que nuestros vecinos del Norte se hacen como que no entienden ese doble estándar, del porqué ahora sí le piden que debe de intervenir, pero la situación es más clara que el agua cristalina o «Crystal clear» como dicen ellos, pero en diplomacia siempre se dicen las cosas a medias, para que medio se entiendan, casi igual que las predicciones de los astrólogos, «Sí, pero no».
Lo que se le ha pedido a Estados Unidos es que no intervenga apoyando a los gobiernos que se dicen que son de derecha, para que puedan ser fácilmente defenestrados, especialmente cuando tienen una sublevación interna, pero el caso de Honduras es diferente, pues alguien sueña ser otro Fidel Castro.
Como no faltará quien diga que miento, que lea entre líneas todo lo que dijo Zelaya en su viaje a Cuba y para recordatorio, yo sólo le voy a transcribir una, «A ellos les han dado 50 años para gobernar, a mí, solo me quieren dar cuatro»Â a lo que Fidel de seguro le contestó, «Ganá una revolución chico, así te sentás en el poder hasta que te murás».
Si se tratara de ideologías sería mandatorio que Obama defendiera el nuevo gobierno electo por el Congreso de Honduras, pues del otro lado de la barda o sea de Zelaya, están los que dicen que quieren destruir el imperio, y no creo que Estados Unidos sea como el Cristo antiguo, que ponía la otra mejilla.
A ver si los gringos se alinean con los que lo quieren destruir, o con quien ha sido su aliado incondicional por mas de 50 años.