Salomónica fue la actitud del pleno de la Corte Suprema de Justicia al analizar el escrito del doctor César Barrientos con respecto al papel jugado por su colega, el también doctor í‰rick ílvarez, en la Presidencia del poder judicial. De manera unánime, sin mostrar fisuras que pusieran en riesgo el trabajo de la Corte, decidieron atender el planteamiento de Barrientos y pedir a ílvarez que se inhiba de continuar en la Comisión de Postulación para Fiscal General y que dé marcha atrás en decisiones administrativas cuestionadas.
Creemos que se ha dado un paso adelante, quizá no en la proporción y medida que muchos deseaban, pero que es práctico, con efectos inmediatos y que, además, impide la ruptura del pleno de la Corte para reeditar el descalabro del período anterior.
Pero hay un detalle importante a tomar en cuenta. La sustitución de ílvarez, como la de otros miembros de la Postuladora, no significa el triunfo absoluto de la lucha contra la influencia de poderes ocultos en el proceso. El riesgo mayor está en que los actores de la llamada sociedad civil verán que triunfaron removiendo a personas cuestionadas, y la opinión pública pensará que ya se resolvió el problema, pero veremos que cambian los actores, sin embargo, se van a repetir muchas de las mismas mañas porque atrás, operando tras bastidores, estarán las mismas fuerzas que no renunciarán fácilmente a su capacidad de maniobra para influir en el proceso.
No es momento de bajar la guardia en la fiscalización que la sociedad tiene que mantener de la elección de los candidatos finales a la Fiscalía General de la Nación. Al contrario, no habrá argumento a partir de ahora para volver a cuestionar las actuaciones de la Comisión de Postulación sin caer en el riesgo de que acusen a quienes lo hagan de estar impulsando sus propias agendas personales. Por ello es que la vigilancia tiene que ser estrecha y constante, así como las tachas bien fundamentadas para preservar una elección que es crucial en la lucha contra la impunidad.
Hasta hoy se han logrado avances positivos y satisfactorios, aun algunos que pudieron salir de alguna chistera de mago, pero todavía falta mucho camino por recorrer y no es cuestión de atenerse. ílvarez fue un hombre útil, pero no era ni pieza clave, mucho menos fundamental. Y puede ser sustituido por alguien que, como él, puede ser cooptado por quienes operan en la sombra y mediante lisonjas, sobornos o amenazas, logran imponer su ley. Y ya sabemos de la alianza entre parientes del Presidente y los operadores del poder oculto que, por supuesto, seguirán actuando.