Ahora comienza lo trompudo


Afortunadamente ya pasó la euforia de Navidad y Año Nuevo. Hemos iniciado un nuevo año que nos vuelve a la realidad de nuestra triste situación con violencia, pobreza, falta de seguridad, justicia, impunidad, corrupción, etcétera, a lo cual hay que agregarle un ingrediente adicional que indudablemente será la saturación de nuestra vida cotidiana. Las elecciones generales que se efectuarán este año y que pese a que su convocatoria será en el mes de mayo, los partidos, comités cí­vicos y candidatos, intensificarán desde este mismo instante su actividad para llevarse el premio principal como lo es el guacamolón o un puesto de consolación.

Héctor Luna Troccoli

Ahora pues, comienza lo trompudo. Tiempo habrá para analizar con detenimiento lo que nos viene, pero podemos comenzar por mencionar a los presidenciables. La lógica nos indica que si el espectro polí­tico, para una mayor comprensión, lo dividimos en la antigua izquierda, derecha y centro, las fuerzas de la izquierda representadas por la URNG, la ANN y el movimiento Winak se encuentran divididas y debilitadas y no se observa una figura que pueda representar a ese sector que tiene dos caminos: uno, el tratar de conformar un frente amplio con otros sectores y personajes afines y dos, buscar alianzas con otros grupos tal vez no tan afines.

Encuentro por Guatemala que ha tenido un corrimiento hacia el centro, fuera de que es y lo representa una figura destacada, y positiva polí­ticamente: la señora Nineth Montenegro, que suponemos, buscará nuevamente una curul en el Congreso aliada con algún grupo afí­n, ya que, aunque le han ofrecido ser candidata a la Vicepresidencia e incluso a la Presidencia, la posibilidad de un buen resultado sólo podrí­a darse si hay una agrupación fuerte que la apoye, por lo que en este caso, es mejor ir a lo seguro, fuera de que la señora Montenegro es una de las pocas integrantes del Legislativo que han hecho un buen papel reconocido incluso por sus adversarios, además de demostrar valentí­a e integridad.

En el espectro de la derecha hay multiplicidad de figuras y agrupaciones polí­ticas, destacándose entre ellas el doctor Eduardo Suger, un buen académico y poco conocido en otras áreas y sectores de la población, apoyado, posiblemente, por tres partidos débiles; luego tenemos al doctor Manuel Baldizón, apoyado por su propio partido; está también el doctor Harold Caballeros, quien conformó un partido mezclado con la religión y la polí­tica, así­ como la señora Zury Rí­os, hija del general Efraí­n Rí­os Montt, quien estarí­a apoyada por el FRG y finalmente, el más visible de todos, el general Otto Pérez Molina, también apoyado por su propio partido y quien ocupó el segundo lugar en las elecciones generales recién pasadas, por lo que tiene la ventaja de ser  más conocido en el interior del paí­s, en donde algunos de sus correligionarios ocupan cargos de alcaldes, concejales o diputados, fuera de contar con el apoyo financiero de importantes sectores de la «iniciativa privada».

Finalmente, en el centro izquierda está el partido oficial, que, aparentemente se animará a lanzar como su candidata a la actual esposa del mandatario, la señora Sandra Torres. Es obvio que el partido oficial contará con más recursos financieros, una mayor logí­stica, una eficiente base de datos producto de los programas de Cohesión Social y otras situaciones que le dan ciertas ventajas, aunque debemos recordar que en elecciones limpias e inmaculadas, jamás el partido oficial ha podido repetir una victoria.

Ahora bien, dentro de los candidatos, hay algunos que tendrán que dilucidar si la Constitución les permite ser postulados a la Presidencia, encontrándose entre ellos: Sandra Torres (por su parentesco); Zury Rí­os (también por su parentesco con el general); y Haroldo Caballeros (por haber ejercido o ejercer el ministerio de una religión o culto). La próxima Corte de Constitucionalidad será, en estos casos, más importante que el propio Tribunal Supremo Electoral, pues son ellos los que tendrán la última palabra.

Ahora bien, todos nos preguntamos: ¿y qué es lo que quiere el canche? Es decir, ílvaro Arzú. A mi entender, y sin ninguna duda, estoy seguro que NO puede ser candidato a la Presidencia porque la Constitución se lo impide tajante y claramente, sin ninguna duda, ni posibilidad de interpretaciones sui géneris de los mecanismos de control constitucional.

Su propaganda es errática, al igual que sus declaraciones y más pareciera que lo que desearí­a es ser la reencarnación del general Jorge Ubico, cosa que lo considero improbable, porque no creo en la reencarnación, aunque el amo y señor de la muni tiene un buen apoyo financiero, fuera de que el mismo ha logrado considerables «ahorros» en sus finanzas; pero, en este caso, el pisto, no lo es todo.

Bien, el 2011 será agitado y lo polí­tico pasará a ser la principal actividad que opacará incluso al narcotráfico, las matanzas, los asesinatos, robos, y todos los demás males que nos aquejan. Es decir, un mal mayor, opacará a los que este año pasarán a ser menores y por supuesto, escucharemos como cada uno de los candidatos nos ofrece convertir a Guatemala en un paraí­so… si ganan.