Guatemala contrae compromisos con organizaciones financieras internacionales que ponen en riesgo el futuro de las próximas generaciones.
Tras la aprobación de un préstamo de 100 millones de dólares, financiado por el Banco Mundial (BM), el país se hunde en compromisos financieros que a su vez, acarrean negociaciones políticas.
En el comunicado emitido por el BM se indica que el préstamo busca satisfacer las demandas fiscales y de financiamiento, mejorar la perspectiva de crecimiento económico y aumentar la transparencia de la gestión del sector público, sin embargo, organizaciones sociales se oponen a estas medidas.
Orlando Blanco del Colectivo de Organizaciones Sociales asegura que durante el gobierno de í“scar Berger, el país se endeudó por 24 millones de quetzales y la recaudación tributaria nacional no puede cubrir este peso económico.
Asimismo, opinó que las políticas implementadas sobre los préstamos corresponden a la visión de los gobiernos de turno, que esperan ser renovados cada cuatro años y no de un Estado que pone en riesgo la soberanía.