El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, declaró este lunes que «el pueblo iraní resistirá hasta el final» para «defender sus derechos en materia nuclear» a pesar de las presiones crecientes de la comunidad internacional.
«El pueblo iraní resistirá hasta el final y no se moverá ni un ápice», declaró Ahmadinejad en un discurso que pronunció en la sureña ciudad de Shiraz y fue retransmitido por la televisión estatal.
«El pueblo iraní está firme y, en particular en el ámbito nuclear, resistirá para defender y hacer realidad todos sus derechos, y alcanzar las cimas de la perfección», agregó.
«Ustedes no pueden crear la menor fisura en la determinación de Irán utilizando las instituciones internacionales que concibieron», agregó Ahmadinejad en referencia a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó sanciones contra la República Islámica en dos resoluciones, debido a su negativa a suspender su programa de enriquecimiento de uranio.
El presidente Ahmadinejad anunció el 9 de abril que Irán pasó a enriquecer uranio a nivel industrial, sin precisar la cifra de centrifugadoras en funcionamiento.
Al día siguiente de este anuncio, el jefe de la Organización Iraní de Energía Atómica (OIEA), Gholam-Reza Aghazadeh, declaró que Irán estaba decidido a instalar hasta 50.000 centrifugadoras en su planta de Natanz (centro).
«El objetivo de la República Islámica no es sólo instalar 3.000 centrifugadoras en la planta de enriquecimiento de Natanz, sino que lo hemos planeado todo para instalar 50.000 centrifugadoras», declaró Aghazadeh.
El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, minimizó la importancia de este anuncio al afirmar el jueves que Irán seguía «en el primer estadio de la construcción de la planta de enriquecimiento de Natanz» y poseía sólo «cientos» de centrifugadoras.
Según Teherán, los inspectores de la AIEA que están actualmente en Natanz harán próximamente un informe para aclarar este punto.
El domingo, Irán también anunció licitaciones para construir «dos nuevas centrales nucleares de entre 1.000 y 1.600 Mw en Buchehr», el mismo lugar donde los rusos deben terminar la construcción de una primera central de 1.000 Mw.
El plazo de presentación de ofertas cerrará el 8 de agosto.
El costo de cada central se establecería en entre 1.400 y 1.700 millones de dólares, y su construcción se extendería en entre nueve y 11 años, según Irán.
El presidente iraní también «aconsejó» a las grandes potencias que cambien su actitud hostil hacia Irán.
«Renuncien a sus métodos tiránicos. Sino, estén seguros de que perderán e infligirán grandes pérdidas a sus pueblos», declaró el presidente iraní.
«Â¿Qué han obtenido en Irak, en Vietnam, en Palestina y en Líbano?», se preguntó.
«No queremos hacer daño a los demás, pero si nos hacen daño a nosotros destruiremos al enemigo, y el enemigo lo sabe», declaró por el general Attaolá Salehi, comandante del ejército iraní, citado por la agencia Isna.
Las grandes potencias temen que Irán utilice su programa de enriquecimiento de uranio con fines militares, pero Teherán afirma que este programa sólo está destinado a producir combustible para sus futuras centrales nucleares civiles.