Agradecimientos, futilidades y aclaración natal


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Resulta imposible conocer a todos mis contados lectores, incluyendo a quienes con alguna frecuencia escriben comentarios a mis artículos, como el caso del señor Alexis Carreño, uno de los más habituales usuarios del portal cibernético de este vespertino, quien a menudo envía acotaciones a mis textos, compartiendo o discordando con lo que expongo.

Eduardo Villatoro


Muchas veces no dispongo de tiempo de leer mis artículos en la página web, pero mi amigo Miguel Ángel Barrios eventualmente me pone sobre aviso acerca de un comentario en especial. Un día de tantos se refería a Carreño, precisamente, diciéndome que sospechaba que era originario de San Marcos, más específicamente de Tejutla.

La tarde del miércoles anterior Alexis vuelve a participar entre los blogueros, esta vez en el espacio de mi querido amigo y colega Óscar Clemente Marroquín, director general de La Hora, quien se excedió en elogios hacia mí al referirse a la celebración en la APG de mis 50 años de ejercicio periodístico y a mi intento de poemario “Recuerdos del Olvido”.

Al margen de que. con mi familia, valoramos y agradecemos profundamente los encomios externados por el capitán de esta nave mediática que conduce con acierto, habilidad y amplitud de criterio, Óscar Clemente cita a la Villa de Tejutla como lugar de mi nacimiento y cabalmente a ese origen natal alude Carreño, nuevamente, puesto que yo me identifico con El Carmen Frontera, en Malacatán, también en San Marcos, porque allí transcurrió mi niñez, adolescencia y el  inicio de mi juventud, siempre al abrigo, cuidado y conducción de mi madre, la maestra rural María Olimpia Villatoro, quien luego me envió a la cabecera departamental a realizar mis estudios de secundaria.

Cuando era niño Mamá Limpa me enviaba durante algunos días a Tejutla, a visitar a mi padre biológico, pero dejé de hacerlo voluntariamente a los 12 años y no retorné hasta hace un lustro invitado por mi amigo Marco Aurelio Paz, mientras que a El Carmen viajo a menudo.
 
Aprovecho, asimismo, para agradecer a la junta directiva de la APG que preside el periodista y abogado Hugo Rolando López, y a los conceptos vertidos por la poeta y periodista Grecia Aguilera en su columna del sábado.

 (Mi paisano Romualdo Tishudo agrega de su cosecha: –Ustedes disculpen al tal Wayito por sus divagaciones familiares, pero es que está sufriendo los efectos de un severo resfriado y no le da el seso para escribir un texto de carácter riguroso).