Afirman muerte de 35 insurgentes


El ejército estadounidense anunció hoy que sus tropas mataron a 35 insurgentes en combates terrestres y bombardeos aéreos en Afganistán, última de una seguidilla de batallas en los bastiones de los islamistas en este paí­s desgarrado por la guerra.


Este último combate se produjo el jueves cuando tropas afganas y estadounidenses fueron emboscadas al patrullar en una zona de la provincia de Zabul, sur de Afganistán, indicaron los militares.

«Las fuerzas combinadas respondieron a los disparos y pidieron apoyo aéreo, matando a 35 insurgentes e hiriendo a 13», afirmaron en un comunicado.

El resto de los combatientes islamistas se retiró y los heridos, que recibieron cuidados médicos en el lugar, fueron detenidos por el ejército afgano, agregó la misma fuente.

No se señaló ninguna ví­ctima civil y ningún soldado resultó herido, aseguró el ejército estadounidense.

Los militares no indicaron si los militantes eran presuntos talibanes, sin embargo, combatientes de ese grupo operan en Zabul y otras provincias del sur.

No fue posible confirmar de forma independiente las informaciones sobre este combate en el distrito de Daychopan.

La provincia bordea el Baluchistán paquistaní­, en donde abunda la insurgencia regional y donde se atribuyeron ataques a los militantes talibanes. Daychopan queda a unos 150 km de la frontera con Pakistán.

Desde el mes de abril, Pakistán lleva adelante una nueva ofensiva contra los talibanes en el noroeste del paí­s. La iniciativa fue bien recibida por las autoridades de Kabul y el ministro de Defensa afgano sostuvo que cooperarí­a en la lucha contra los insurgentes.

Al Qaida reconstituye desde hace años sus fuerzas en las zonas tribales fronterizas con Afganistán, feudo de los talibanes paquistaní­es, que sirven también de base a los talibanes afganos.

Las fuerzas afganas y estadounidenses también informaron el jueves que se registraron importantes combates más al este, en un área de la provincia de Paktika, que también tiene frontera con el Baluchistán paquistaní­.

Las fuerzas mixtas atacaron un campamento de talibanes situado en el distrito montañoso de Wor Mamay, en la frontera, en donde sospechaban que se encontraba allí­ un importante comandante de Haqqani, importante organización dirigida por una familia del mismo nombre y que reagrupa a talibanes y combatientes extranjeros vinculados a Al Qaida.

El ministerio de Defensa fijo que 35 militantes murieron durante el enfrentamiento. Seis de ellos hicieron estallar cargas explosivas para evitar ser capturados, indicaron. El ejército estadounidense dijo que murieron unos 30.

En otro choque significativo con los insurgentes, los militares estadounidenses y afganos informaron que mataron a 60 militantes la semana pasada en la provincia de Helmand, sur, centro de actividades de los talibanes y de producción de opio.

El sur de Afganistán es el mayor campo de batalla de los insurgentes dirigidos por los talibanes, que estuvieron en el poder entre 1996 y 2001.

La insurrección recrudeció sus combates el año pasado y en marzo el presidente estadounidense Barack Obama anunció una nueva estrategia militar y prometió enviar 17.000 soldados más para el sur del paí­s, de los cuales al menos 3.000 ya están en operaciones. Se comprometió además a ayudar en el formación de policí­as y militares afganos enviando unos 4.000 instructores este año.