Afganos acuden a las urnas para elegir presidente


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Los afganos acudieron hoy en grandes números a las urnas en desafío a las amenazas de violencia del Talibán, en lo que promete ser la primera transferencia democrática del poder en el país. La participación fue tan numerosa que en algunos centros de votación se acabaron las planillas para votar.

Por AMIR SHAH y MIRWAIS KHAN, KABUL, Agencia AP

La emoción permeaba entre los afganos para elegir a su próximo presidente entre ocho candidatos, así como a los aspirantes que integrarán los concejos provinciales. La jornada electoral parecía superar el temor de derramamiento de sangre en algunas áreas, mientras los afganos iniciaron una importante transición casi 13 años después de que la invasión encabezada por Estados Unidos derrocara al Talibán.

El presidente Hamid Karzai, que ha dirigido al país desde el derrocamiento del Talibán en 2001, no puede buscar un tercer periodo porque lo prohíbe la constitución. Los soldados internacionales se irán a finales de año y los afganos se quedarán prácticamente solos para enfrentar lo que probablemente sea una campaña de los islamistas para recuperar el poder a pesar de que las autoridades enfrentan mayores exigencias de la gente para acabar con la pobreza extrema y la corrupción.

En medio de estrictas medidas de seguridad, hombres vestidos con túnicas tradicionales y pantalones flojos, así como mujeres cubiertas con burkas, hicieron filas por separado más de media hora antes de que abrieran los centros de votación en Kabul y otras partes. En un hospital en Kandahar la fila de los hombres salía hasta la calle. En la provincia de Helmand las mujeres se empujaban y discutían mientras se empujaban hacia adelante en una larga línea.

La votación es la primera donde el resultado es incierto. Además, como tres contrincantes son favoritos es previsible que ninguno logre la mayoría de votos para alzarse con la victoria por lo que es muy probable una segunda vuelta electoral.

«Me fui a dormir pensando en despertarme temprano e ir a decidir quién debe ser el próximo en gobernar mi nación», dijo Said Mohamad, un mecánico de 29 años, de Kandahar. «Quiero ser parte de esta revolución y cumplir con mi deber votando para traer un cambio y que mostrarle al mundo que amamos la democracia».

Centenares de miles de policías y soldados afganos fueron destacados en diversas partes del país. Estos elementos de seguridad registraban vehículos en puestos de control e impedían que se acercaran a los centros de votación.

Algunos electores fueron cacheados tres veces en Kabul y los mensajes de texto fueron bloqueados al parecer en un intento para impedir que los candidatos hicieran campaña de último minuto.

Los extremistas anunciaron que impedirían la realización de los comicios con ataques contra los centros de votación y los trabajadores electorales.

El sábado una bomba explotó en una escuela repleta de electores en la provincia de Logar, dejando dos heridos, uno de ellos de gravedad.

Ataques con cohetes y balaceras obligaron a las autoridades a cerrar otros 211 centros electorales, lo que elevó a 959 el total de centros que no abrieron por cuestiones de seguridad, dijo el presidente de la Comisión Electoral Independiente Ahmad Yousuf Nouristani. Agregó que 6.212 centros abrieron el sábado.

Nouristani confirmó que algunos centros se quedaron sin boletas electorales, pero que las autoridades buscaban solucionarlo. También extendieron la votación una hora hasta las 5 pm local (1230 GMT) para permitir que los que estaban formados sufragaran.

Algunos centros permanecieron abiertos hasta 10 horas. Los primeros resultados parciales se esperan para el domingo.

En medio de este clima, el viernes la veterana fotógrafa de The Associated Press, la alemana Anja Niedringhaus, perdió la vida y la reportera de The Associated Press, la canadiense Kathy Gannon, fue herida cuando las atacó un policía afgano que disparó contra ellas cuando estaban sentadas en el asiento trasero de su vehículo en la ciudad oriental de Khost.

Ambas se encontraban en una base de fuerzas de seguridad a la espera de sumarse a una caravana de empleados que distribuirían papeletas electorales.

El presidente Karzai depositó su voto en una secundaria cerca del palacio presidencial. «Para nosotros, el pueblo de Afganistán, hoy es un día muy vital que determinará nuestro futuro nacional. Nosotros, el pueblo de Afganistán, elegiremos a nuestros miembros de los consejos provinciales y a nuestro presidente mediante el sufragio secreto», afirmó.

Karzai tenía el dedo marcado con tinta indeleble que se utiliza para impedir que las personas voten doble.

Los notorios atentados ocurridos en Kabul en las semanas previas a la jornada electoral tuvieron claramente el propósito de mostrar que los extremistas tienen capacidad de golpear incluso en zonas de muy alta seguridad.