El astro inglés Wayne Rooney recibió una advertencia sobre sus reacciones, deberá controlar su temperamento y lenguaje dentro del campo o correrá el riesgo de ser expulsado, como le ocurrió en el último Mundial de Alemania frente a Portugal en cuartos de final.

El ánimo cambiante de Rooney estuvo de manifiesto ayer en el último amistoso de Inglaterra frente al equipo sudafricano Platinum Stars (victoria 3-0), en el que el jugador del Manchester United fue apercibido por sus reacciones y su forma de dirigirse hacia el árbitro.

Jeff Selogilwe, juez del partido, al final recibió unas disculpas y una camiseta de Rooney. Pero eso no le impidió advertirlo.

«Me desilusionó Rooney porque es mi jugador favorito», afirmó Selogilwe.

«Es un buen jugador cuando se lo ve por TV, pero cuando se lo mira en el campo, está todo el tiempo insultando a los árbitros», explicó.

«Para mí­ es como si Rooney insulta a la gente. Si él insulta al árbitro como a mí­, también lo hará con los otros árbitros como lo hizo conmigo. Tendrá que aprender a controlar su temperamento. Podrí­a ser expulsado en el Mundial, especialmente si usa esos términos», completó el colegiado.

La importancia de Rooney en Inglaterra quedó de manifiesto el lunes, cuando ingresó al partido en el segundo tiempo y le cambió la cara al equipo de Fabio Capello, asistiendo y marcando un gol, tras un centro de James Milner.

De todos modos, Rooney dejó de lado esas advertencias y se declaró concentrado en el torneo, que arranca para Inglaterra el sábado por el grupo C ante Estados Unidos.

«Estamos listos. Estos partidos son de preparación para nuestro gran objetivo que empieza el sábado. Ya no queremos esperar más, cuanto antes comience mejor», afirmó Rooney.

Su compañero Jermain Defoe respaldó la visión de Rooney, que piensa que Inglaterra está lista para afrontar el desafí­o de ganar la Copa del Mundo, más allá de que deberán superar una barrera suplementaria: los 1.500 metros de altitud que impiden respirar del todo bien.

«Hicimos un buen trabajo. Con las condiciones que hay, la altura y el calor, se hace más difí­cil respirar. Uno se puede dar cuenta de la altitud cuando corre por ahí­. Es diferente y estamos mucho más alto de lo que estuvimos en Austria (donde Inglaterra se preparó)», dijo el atacante del Tottenham.

«Pero estoy seguro de que nos acostumbraremos con los entrenamientos. No creo que hubiéramos podido llegar mejor preparados al Mundial. Creo que hemos hecho todo con los entrenamientos y el trabajo de gimnasio», explicó Defoe.

El plantel también destacó las comodidades que tiene en Sudáfrica para trabajar en su objetivo de ganar un tí­tulo mundial tras 44 años de sequí­a.

«El hotel es magní­fico. Tenemos todo allí­, por lo que la preparación ha sido buena. Si uno se prepara bien, se obtienen resultados», manifestó Defoe, añadiendo que «todos están hambrientos y quieren ganar, partido a partido, teniendo mentalidad ganadora».