Desde hace siglos existe una controversia que muchos autores han desarrollado como argumentos teológicos relativos a las imágenes religiosas que se veneran o adoran en algunas religiones “cristianas”, en donde debería adorarse en Espíritu exclusivamente al Dios Único y Verdadero, cuyo nombre sagrado es Yahvé o Jehová, tal y como lo hizo Jesús, Su Hijo, el Primogénito de toda Creación.

La mitología egipcia y su religión inventaron dioses y diosas, incluyendo dioses trinos (o que formaban una trinidad) tales como la tríada de Elefantina: Jnum-Satis-Anuket (donde Jnum es el dios primordial). La tríada o trinidad de Tebas: Amón-Mut-Jonsu (donde el dios principal es Amón) y otras, cuyas procesiones de adoración eran deslumbrantes.

El hinduismo tiene millones de dioses, incluyendo dioses trinos, aunque su dios supremo es Brahma. Krisna es el más importante para otros, cuyas imágenes se mantienen en los templos y las sacan en procesiones multitudinarias para su veneración o adoración.
      En la religión china, Nüwa es un ser (normalmente una mujer) de la mitología china que suele formar parte de los Tres augustos y cinco emperadores. Muchos hemos visto las procesiones y festividades religiosas chinas en una gran variedad de películas.

Es importante saber que la adoración de dioses de diferente sexo o género, se realizaba y aún se realiza con caminatas procesionales llevando en andas sobre los hombros a imágenes de los múltiples dioses creados por estas religiones. La idolatría se desarrolló.

En la maravillosa obra inspirada por Dios llamada La Biblia, según la versión Reina Valera, Dios nos dice literalmente en el Salmo 115: 115:2 ¿Por qué han de decir las gentes: Dónde está ahora su Dios? 115:3 Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. 115:4 Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 115:5 Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; 115:6 Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; 115:7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. 115:8 Semejantes a ellos son los que los hacen y cualquiera que confía en ellos. 115:9 Oh Israel, confía en Jehová; Él es tu ayuda y tu escudo.

En Éxodo, capítulo 20, Yahvé o Jehová nos deja claramente plasmados los siguientes mandatos, 20:1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 20:2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 20:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

¿Le creemos a la Palabra inspirada de Dios o a mercantilistas y falaces doctrinas religiosas en contra de Él? ¿Qué piensa el culto lector?