Las adopciones internacionales han quedado en un impasse tras varios años de establecida la Ley. Pareciera que la única opción para los menores que están en búsqueda de un hogar es la adopción por una familia guatemalteca. Una adopción extranjera es solo la última alternativa.

Durante el año pasado, la cantidad de niños adoptados y situados en hogares guatemaltecos aumentó casi en un ciento por ciento, siendo más de 165, mientras que en 2012 apenas 85 niños fueron adoptados a nivel nacional.
Por aparte, aproximadamente 400 niños continúan a la espera de la finalización del proceso con la esperanza de encontrar una familia guatemalteca.

Uno de los factores que ha incidido en este incremento es la adopción de niños de solo meses de nacidos que, generalmente, son la primera opción del adoptante.

“Algo que ha contribuido a que la adopción nacional se ha ido fortaleciendo se evidencia en que cada vez hay más solicitudes y en que cada vez logramos integrar a más niños con familias guatemaltecas”, indica Byron Velásquez, director del Consejo Nacional de Adopciones (CNA).

Tras años de un cuestionado procedimiento que terminó con serias denuncias de organizaciones criminales tras procesos de adopción internacional y el robo de niños recién nacidos, las autoridades del CNA recalcan la importancia de beneficiar los procedimientos de adopciones locales sobre las extranjeras.

“Tomando en cuenta la suma de factores y de niños que se declaran adoptables anualmente, Guatemala no es un país expulsor de niños”, indica Rudy Zepeda, vocero del CNA, quien, además, explica que las familias guatemaltecas sí están interesadas en adoptar.

De cinco años para acá los guatemaltecos han ido creciendo en su afinidad por la adopción, pero aun así no hay suficiente publicidad ni un trabajo fuerte para promover la adopción nacional, dice Leonel Dubón, director de Refugio de la Niñez.

Por otro lado, la Ley de Adopciones contempla que antes de considerar la opción internacional deben de agotarse las vías nacionales.

“Se debe de privilegiar que el niño se quede en su comunidad, en su ambiente. Sin embargo, en algún momento se debe a abrir a estas adopciones transparente y abiertamente, que no debiera existir una prohibición sino que deberían de existir mejores programas que tengan mayor penetración en cuanto a incentivar la adopción nacional”, opina Dubón.

PROHIBICIÓN O MORATORIA

Velásquez, además, aclara que la adopción internacional no está prohibida en Guatemala, aunque ésta tampoco se practica.

“Toda esta normativa está enmarcada en los derechos de la niñez; los niños tienen derecho a vivir en la cultura en la que nacieron, tienen derecho a aprender y a hablar el idioma que existe en la región en la que nacieron y la única manera de asegurar que esos derechos se van a respetar es pensando en ubicar a estos niños en familias que vivan en su comunidad, en su departamento, en su país, y solo cuando el Estado no pueda encontrar familias cercana a esa identidad es que puede empezarse a buscar en el extranjero”, explica.

Aun así, los casos que pudieran considerarse aptos para la adopción internacional no son considerados una opción desde el 2008 cuando se les impuso una moratoria. En ese momento, la moratoria era la respuesta para dar tiempo al CNA que debía formular e implementar los procedimientos propios de la adopción, pues era una nueva institución reguladora. Además, entró en vigencia el convenio de La Haya – sobre la Protección del Niño y Cooperación con Relación a la Adopción Internacional–.

¿OPCIÓN ABIERTA?

A pesar de las declaraciones de Zepeda, Dubón dice que en Guatemala las adopciones internacionales también surgieron como una opción para los niños con necesidades especiales, ya que la generalidad de los guatemaltecos no está interesada en adoptar a menores pertenecientes a este grupo, razón de fuerza para que esta opción no sea descartada totalmente.

“Son muy pocos los casos de niños con discapacidad que son adoptados en el país y que el adoptante internacional sí tiene mucho interés en hacer humanitariamente”, explica.

En respuesta a esto, Velásquez indica que la adopción internacional “podría” retomarse en un corto o mediano plazo, principalmente enfocado a niños con necesidades especiales. Esto está orientado a aquellos infantes mayores de los 7 años, quienes forman un grupo de hermanos o tienen necesidades médicas y / o físicas especiales.

DILACIÓN DE PROCESOS

Por otro lado, el directivo de Refugio de la Niñez reconoce que la Ley de Adopciones, promulgada a finales del 2007, sí ha funcionado.

“La ley lo que ha logrado es regular el tema de las adopciones (…) debemos llegar a un punto de equilibrio en el que el proceso de adopción sea un trámite más amigable, no solo para los guatemaltecos sino para los extranjeros”, dice.

Esto porque algunos trámites dentro del consejo son engorrosos y terminan siendo desalentadores para las mismas familias que adoptan, relata. De esta forma, mucha gente por estas razones pierde el interés de adopción porque siente que la burocracia del equipo técnico es demasiado fuerte.

“Tenemos procesos previos a la ley que tienen cinco, siete años de estarse litigando y no han sido resueltos”, comenta.

Un ejemplo de ellos, es una menor a la cual se le inició el proceso jurídico cuando tenía 7 años y hace cinco meses, a sus 12 años fue declarada como “adoptable”. Mientras tanto el Consejo aún no termina el proceso de adopción de la menor. Por ello, Dubón opina que debe de abrirse la adopción internacional acompañada de mejores controles, pero los procesos deben de ser mucho “más amigables”.

INTERVENCIÓN

Una de las actuaciones importantes en el tema correspondió a la petición de un grupo de legisladores estadounidenses que escribieron una carta a John Kerry, secretario de Estado, en la que solicitaron su intervención en la resolución de los 116 casos que involucraban a familias de ese país de Norteamérica y que aún no habían sido definidos.

«Nos ha quedado claro que esos casos no han podido resolverse debido a los muchos retos que caracterizan al sistema judicial y de bienestar de la niñez en Guatemala, así como la falta de directriz específica y cronogramas del nuevo Gobierno guatemalteco», señalaron los legisladores en la carta.

«Es desalentador saber que centenares de huérfanos guatemaltecos continuarán languideciendo en instituciones debido a la inacción de las autoridades y demoras ‘innecesarias’ en los casos pendientes”, agregaron.

De esta cuenta, en mayo de 2013 la Embajada de Guatemala en Washington anunció a senadores y representantes de Estados Unidos la creación de una fuerza de tarea especial, dirigida por la vicepresidenta Roxana Baldetti, para dar seguimiento a los casos de adopciones internacionales que se encontraban en impasse.

Esta fuerza de tarea, que Dubón denomina como “mesa técnica”, logró avanzar en la resolución de algunos casos. Otros todavía continúan estancados.

Aquellos niños que no han podido encontrar un hogar en el país no debieran de ser negados a la oportunidad de ser adoptados por una familia extranjera, siendo condenados a permanecer institucionalizados, expresa.

Por otro lado, de acuerdo con las autoridades de la Procuraduría General de la Nación (PGN), de estos 116 casos todos han sido ya investigados, de estos aproximadamente 96 han sido resueltos y los 20 restantes continúan en estado de “pendientes”, es decir, a la espera de la resolución del juez.

El 80 por ciento de los casos resueltos han sido otorgados a familias extranjeras, mientras que el otro 20 por ciento no se han concretado debido a la solicitud de “reinserción familiar”. Por lo que se estima que durante el primer trimestre de 2014 se resuelvan estos casos, ya sea en la vía notarial, la declaración de adopción o la reinserción familiar.

68 CASOS POR RESOLVER

Por aparte, las cifras que el CNA maneja son distintas, dado que en 2007 los casos suspendidos por la vía notarial por las anomalías que presentaban eran 3 mil 032. En octubre del año pasado la Embajada de EE.UU. informó a las autoridades guatemaltecas que de esos más de 3 mil casos ya solo quedan 68 por resolver.

De estos 68 casos, solamente 37 menores han sido declarados como “adoptables” y, de ellos, cuatro han concluido para inicios de este año.

 “Por ahora, tenemos 10 expedientes en los cuales hemos solicitado a las familias de los Estados Unidos que nos manden sus documentos para poder continuar”, cuenta.

ANTECEDENTES

En los años anteriores a la entrada en vigencia de la Ley de Adopciones, se tramitaron hasta 5 mil casos por año.

Según Erick Cárdenas, Procurador de la Niñez y Adolescencia de la Procuraduría General de la Nación (PGN), los casos que quedaron en transición en esa época fueron aquellos que habían iniciado el trámite pero que no había finalizado antes de la aprobación de la ley, con lo que la nueva normativa se aplicaba a estos.

De esta forma, se iniciaron los procesos de verificación en los que se determinaba caso por caso si la adopción debía continuar o si debía de judicializarse. “Allí quedan varados muchos casos”, explica.

Anteriormente las adopciones se manejaban mediante procesos notariales “ellos –los abogados– decidían el final de la adopción, sin embargo, se empezó a prostituir la finalidad de la adopción, o sea, que ya no era una institución noble, una institución social sino se convirtió en una actividad de lucro”, indica Cárdenas, quien a su vez afirmó que esta situación generó el robo de niños y el alquiler de vientres, entre otros.