Un año crítico en todo sentido, pasó a la historia. Dejó enormes desastres y caudas a la vista del colectivo nacional. Tras campaña electoral intensiva y anticipada, asumió el general Otto Pérez Molina y la vice Roxana Baldetti Elías, postulados por el Partido Patriota (PP) y sus aliados inconsecuentes el 14 de enero en el Polideportivo, zona 13.
Al cabo de varios gobernantes civiles, el presente cuatrienio comienza la cuenta regresiva. En enero próximo cumple el primer año, ni uno más ni uno menos. Hasta el momento, más de lo mismo, o de algún cambio notorio, salvo aprobación de leyes sorpresivas, señal compulsiva del Legislativo, sometido a fuertes presiones de intereses de tipo monetario.
La oposición política, a la cabeza el Partido Lider, de su candidato doctor Manuel Baldizón, concreta con mayor dimensión el empantanamiento congresil, por ejemplo mantenidas interpelaciones kilométricas. En pocas palabras, viene a hacer la vida imposible al oficialismo, a menos que después este rumbo apunte hacia otro norte; todo es posible en política.
A la orden del día diversos grupos exigiendo aumento, que promueve problemas de taponamiento vial; marcan afectación en las actividades diarias. Magisterio, estudiantes, sindicalistas y campesinos entre otros, hacen plantones frecuentes en cruceros estratégicos y carreteras de intenso movimiento vehicular liviano y pesado, pero también frente a sedes principales del Estado. De nuevo profundizan enorme tensión y enfrentamiento grave, sectores importantes de la población. Existe lamentablemente el avivamiento de años pasados que mantuvo la guerra interna, considerada un estéril derramamiento de sangre. Como el campesinado y cámaras del sector empresarial, bajo coordinación evidente del CACIF, un poder reconocido a la vez.
Tocante a la llamada reforma fiscal puso en jaque a medio mundo, mediante el alza impositiva que afecta al contribuyente. La SAT saca a relucir verdadera soga al cuello del contribuyente, sin mayores análisis y reuniones en búsqueda de consensos. Proyectará mayores índices de crisis socioeconómica, no puede negarse; empero ya todo está consumado y punto.
Un año tremendo en cuanto a fenómenos naturales diversos, a semejanza a las siete plagas bíblicas, hundió en mayores pérdidas humanas y materiales. Los colosos arrojaron arena, cenizas y lava hirviente; terremoto en el suroriente en actitud de cooperación interna y de países amigos; hambruna recurrente en el interior en extrema pobreza. Un año amargo con saldos de pesimismo.
Referente a hechos ilícitos como la violencia, extorsiones, delincuencia, violaciones de féminas y niñas, amén de asesinatos como descuartizaciones funestas, no ceden, pese a las tareas gubernamentales dirigidas a reducir estos tormentos sembradores de pánico, nerviosismo y estrés permanente. Mismos que muestran el aciago salvajismo, equivalente a la bestialidad. Dios nos provea un mejor año 2013.