Mañana la Constitución Política de la República de Guatemala cumplirá 22 años; sin embargo, este podría ser el último cumpleaños, pues está siendo «amenazada» por una serie de propuestas.
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Casi se ve como una necesidad, al mejor estilo como lo hiciera anteriormente Venezuela, Bolivia y Ecuador. Una nueva Constitución podría servir para refundir el Estado de Guatemala.
Desde hace meses, un grupo denominado Proreforma hizo esfuerzos para que se reforme la Constitución, y que la organización política de Guatemala sea otra.
También, varios candidatos a la presidencia de la República, contemplan los cambios en la Carta Magna, si es que llegasen a ocupar el puesto.
Ante la pregunta a Alejandro Giammattei, presidenciable por la Gran Alianza Nacional (Gana) sobre si consideraba que vivíamos en un Estado fallido, y si para esto había que reformar la Constitución, respondió: «que no vivimos en un Estado fallido, porque nunca hubo Estado, por eso hay que construirlo». Sin embargo, no expresó claramente que tenga contemplado cambiar la Constitución.
Por su parte, Otto Pérez Molina, candidato a la presidencia por el Partido Patriota (PP) manifestó que él tiene contemplado convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, en dado caso alcance la primera magistratura.
De acuerdo con Pérez Molina, fundamentalmente deben enmendarse dos conceptos, ambos relacionados con los diputados al Congreso de la República. El primero consistiría en anular la inmunidad diplomática, ya que él considera que esto está siendo utilizado por los dueños de las curules para realizar actos anómalos, y evitar los juicios por esta condición.
El segundo tema que el candidato «Patriota» tiene intensión de modificar es el relativo a los requisitos para optar a ser diputado, condición que actualmente sólo requiere ser mayor de edad y gozar del ejercicio de la ciudadanía.
Aunque otros candidatos no han manifestado una clara intensión de reformar la Constitución, éste es un tema que se escucha por los pasillos de las sedes de los partidos políticos.
Una propuesta
El Grupo Proreforma, desde hace varios meses, ha venido planteando la necesidad de reformar la Constitución, básicamente en la organización política de los poderes del Estado.
La propuesta más resaltante se fundamenta en la necesidad de crear un Organismo Legislativo bicameral.
Por una parte, refiere la propuesta de este grupo que puede encontrarse en Internet (www.proreforma.org.gt), estaría el Senado, integrado por 45 miembros, que deben tener entre 50 y 65 años. Estos miembros asumirán la curul durante 15 años, y los miembros salientes serán sustituidos por unos que sean escogidos por ellos mismos.
La otra cámara estará conformado por los diputados, que serán elegidos por un período de cuatro años en elección popular.
Estas son apenas dos de las reformas que plantea este grupo, que es solamente uno de los que se han atrevido a divulgar su intensión de reformar la Carta Magna del país.
Aniversario
Mañana se realizará en el Congreso de la República la Sesión Solemne para celebrar el Día de la Constitución, manifestó el presidente de ese organismo, diputado Rubén Darío Morales Véliz.
Para el efecto se espera contar con los presidentes, de la República í“scar Berger Perdomo y del Organismo Judicial José Eliú Higueros, así como los magistrados, ministros y viceministros de Estado.
También se ha girado invitación a los representantes diplomáticos acreditados en el país e invitados especiales.
Se espera contar con la presencia de la mayoría de diputados, agregó Morales Véliz, pues aunque se encuentran en período de receso, fueron convocados para participar en la sesión solemne a realizarse este jueves a partir de las diez de la mañana.
La misma Constitución de la República indica cuáles son los mecanismos para reformarla. En primer lugar, en el artículo 277 dictamina que el Presidente del Organismo Ejecutivo, diez o más diputados, la Corte de Constitucionalidad o cinco mil ciudadanos empadronados, tienen el derecho de reformar la constitución.
En el artículo 278 se refiere al establecimiento de la Asamblea Nacional Constituyente, la cual debe tener la aprobación de las dos terceras partes del Congreso de la República, para poder modificar el Título II, Capítulo I, el cual se refiere a los derechos individuales.
Luego, establece que para reformar otro artículo de la Constitución, se debe convocar a una Consulta Popular, la cual sea determinada por las dos terceras partes del Congreso de la República.
En pocas palabras, es poco probable una reforma a la Constitución, en primer lugar porque requiere una mayoría absoluta del Congreso, y, en segundo lugar, tal como se pide en las propuestas, convocar a una Asamblea Constituyente, sería inconstitucional, ya que ésta sólo puede modificar ciertos artículos.
Por último, habrá que recordar que hay artículos irreformables, que son los relativos a la definición del Estado de Guatemala (140 y 141), la potestad del Congreso de desconocer al Presidente del Ejecutivo (inciso g del 165), y la no reelección y las prohibiciones para optar al puesto de Presidente (186 y 187).