Acusados de autoritarismo en Polonia


Lech Kaczynski, presidente de Polonia.

Un año y medio después de su llegada al poder en Polonia, los gemelos conservadores Kaczynski son criticados por todos los frentes por sus tendencias autoritarias y su desprecio hacia ciertas reglas democráticas.


«Manifestamos una seria inquietud ante la violación de las normas europeas por parte de las actuales autoridades polacas», escribieron el jueves en un llamamiento a la opinión pública dos ex presidentes de Polonia, Lech Walesa y Aleksander Kwasniewski.

Walesa y Kwasniewski, antaño enemigos, aparecieron juntos en una conferencia para denunciar el incumplimiento de las reglas democráticas de Jaroslaw y Lech Kaczinski, respectivamente primer ministro y presidente polacos.

Grandes figuras de la oposición anticomunista como el eurodiputado Bronislaw Geremek, asistieron a la conferencia, organizada por los dos ex presidentes en la universidad de Varsovia y en la que también estuvieron presentes intelectuales como el cineasta Andrzej Wajda y el actor Daniel Olbrychski.

Los firmantes del llamamiento reprochan a los hermanos Kaczynski «prácticas irresponsables y peligrosas que conducen a la violación de la vida privada y la dignidad de los ciudadanos».

También les acusan de agresiones contra la libertad de expresión, «el refuerzo del aparato represivo» estatal y una «tentativa de imponer una única verdad, moral, polí­tica e histórica».

«Hoy en dí­a, la democracia no peligra en Polonia, pero existe una atmósfera desfavorable para su desarrollo», considera Kazimierz Kik, politólogo de la universidad de Kielce.

El constitucionalista Wiktor Osiatynski comparte la misma opinión. «Los Kaczynski, y sobre todo el primer ministro, creen estar por encima de las leyes», dice.

«Se imaginan que la mayorí­a parlamentaria y gubernamental debe controlar todas las instituciones del Estado», añade.

Los hermanos Kaczynski han «depurado» las instancias dirigentes de las radios y televisiones públicas y han nombrado al frente del Banco central, que goza de un estatuto de independencia, a un ingeniero de puentes cuya baza es la absoluta lealtad que les profesa.

Pero para Wiktor Osiatynski, lo más preocupante son los ataques de los gemelos a la independencia de la justicia.

La semana pasada, los Kaczynski intentaron desacreditar a una parte de los jueces de la Corte Constitucional cuando se disponí­an a invalidar la ley de «descomunización».

Dicha ley obliga a declarar a responsables polí­ticos, magistrados, profesores universitarios, directores de escuela, directivos y periodistas su posible colaboración con la policí­a secreta del régimen comunista caí­do en 1989.

El presidente Lech Kaczynski lamentó «la autonomí­a» del poder judicial respecto al ejecutivo y el legislativo.

Los Kaczynski rechazan en bloque todas las acusaciones. «La tesis de que la democracia está amenazada en Polonia no se corresponde con los hechos y es ridí­cula», declaró el primer ministro Jaroslaw Kaczynski.

«Â¿Puede haber un riesgo de dictadura en un paí­s en el que los principales medios de comunicación se encuentran en la oposición? Yo tengo mis dudas», estima Antoni Dudek, cercano al poder y responsable del Instituto de memoria nacional (IPN).