Los líderes europeos acordaron hoy un crucial plan para reducir la deuda de Grecia y dotarla con más préstamos de rescate para que el tambaleante país eventualmente pueda sacudirse de la enorme carga de su pasivo.
Después de una cumbre maratónica, el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, dijo que el acuerdo reducirá la deuda de Grecia a un 120% de su Producto Interno Bruto en 2020. En las condiciones actuales, habría crecido hasta un 180%.
Para ello será necesario que los bancos asuman 50% de pérdidas en sus tenencias de bonos griegos, un acuerdo muy luchado que los negociadores tendrán que vender ahora a los tenedores individuales de bonos.
Van Rompuy también dijo que la eurozona y el Fondo Monetario Internacional — que han estado respaldando al país con préstamos desde mayo de 2010 — le darán a Grecia otros 100.000 millones de euros (140.000 millones de dólares). Eso es un poco menos que la cantidad acordada en julio, presumiblemente porque los bancos ahora asumirán más de la carga.
«Estas son medidas excepcionales para tiempos excepcionales. Europa no debe volver a encontrarse nunca en esta situación», dijo el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso después de las reuniones.
La cuestión de cómo reducir la carga de la deuda de Grecia se había convertido en el punto de estancamiento en los esfuerzos de los líderes europeos para lograr un gran plan para resolver su crisis de deuda.
Pero era sólo uno de los tres frentes necesarios para restablecer la confianza en la capacidad de Europa para pagar sus deudas y evitar que la crisis, que ya cumple dos años, empuje al continente y a gran parte del mundo desarrollado a una recesión.
Los primeros detalles del plan surgieron horas antes, cuando líderes de la UE anunciaron que obligarían a los bancos más grandes del continente a recaudar 106.000 millones de euros (148.000 millones de dólares) para junio, en parte para asegurarse de que puedan superar las pérdidas esperadas por cuenta de la deuda griega.
Van Rompuy también anunció que la zona euro aumentaría el poder de su fondo de rescate a cerca de 1 billón de euros (1,4 billones de dólares) con el objetivo de proteger a economías más grandes, como Italia y España, de las turbulencias del mercado que ya han llevado a tres países a necesitar rescates financieros.
«Hemos alcanzado un acuerdo que creo que nos permite dar una respuesta creíble y ambiciosa y total a la crisis griega», dijo a los periodistas el presidente francés, Nicolás Sarkozy, cuando la reunión se disolvió la mañana del jueves. «Debido a la complejidad de las cuestiones en juego, nos tomó toda la noche. Pero los resultados serán una fuente de enorme alivio en todo el mundo».
Elogia acuerdo
El presidente del Banco Mundial Robert Zoellick recibió con beneplácito hoy un acuerdo logrado por los líderes europeos para enfrentar la crisis de deuda en la región al decir que podría ayudar a evitar el contagio de la agitación financiera a los mercados emergentes que aportan la mitad del crecimiento económico mundial.
Los líderes europeos lograron un acuerdo hoy después de una noche de tensas negociaciones para hacer que los bancos asuman mayores pérdidas en la deuda con Grecia e incrementen sus armas en la región para evitar la agitación en los mercados.
Pero Zoellick advirtió que el acuerdo es sólo un primer paso y que «no hay una varita mágica». Agregó que es importante seguir la difícil implementación del acuerdo y sentar las bases para que la economía mundial reanude su crecimiento.
«Pienso que es un paso importante y muy bienvenido porque hemos visto que los efectos expansivos de la eurozona pueden volverse olas que pueden golpear muy fuerte a los países en desarrollo», dijo en una conferencia de prensa en Manila, Filipinas.
El funcionario expresó su esperanza en que la acción de la eurozona ayudará a frenar los problemas de confianza en Europa y Estados Unidos respecto de los países en desarrollo, cuyos mercados bursátiles ya se han derrumbado un promedio de 20% desde que los problemas de los países europeos se profundizaron en agosto.