Los ministros europeos de Medio Ambiente acordaron el martes reducir las emisiones de gas de efecto invernadero en la Unión Europea «al menos un 20%» en 2020, y hasta 30% en caso de compromiso internacional, en el marco de la lucha contra el cambio climático.
En una reunión en Bruselas, los ministros de los 27 aprobaron una propuesta de la Comisión Europea según la cual los países desarrollados, entre ellos la UE, «deberían comprometerse a reducir en forma colectiva sus emisiones de gases de efecto invernadero en el orden del 30% de aquí a 2020 con respecto a 1990», con el objetivo de limitar el calentamiento climático en dos grados.
Esta promesa de un recorte del 30% está condicionada a que «los otros países industrializados se comprometan a reducciones de emisiones comparables y a que los países en vías de desarrollo más avanzados contribuyan según sus respectivas responsabilidades y posibilidades».
En caso de falta de acuerdo internacional, la UE se compromete a partir de ahora a reducir sus emisiones «por lo menos un 20%».
La decisión adoptada por los ministros debe ser ratificada por los jefes de Estado y de gobierno de los 27 en su próxima cumbre del 8 y 9 de marzo en Bruselas, dedicada en particular al tema de la energía y el medio ambiente.
La organización de defensa del medio ambiente WWF celebró el martes el acuerdo que «confirma la preparación de la UE para cumplir sus compromisos internacionales».
De su lado, otra ONG, Greenpeace, recordó la «obligación moral» que tiene la UE de liderar la lucha contra el cambio climático e instó al bloque a comprometerse a una reducción del 30%.
«La Unión Europea y otros países son responsables de los cambios en nuestro clima que estamos observando hoy en día. Tienen la obligación moral de liderar al mundo a través de esta crisis», dijo un responsable de Greenpeace, Mahi Sideridou.
En los últimos meses, la Comisión Europea ha redoblado sus esfuerzos para luchar contra el cambio climático, en medio de dificultades para respetar sus compromiso en el marco del protocolo de Kyoto, según los cuales la UE debe reducir hacia 2012 sus emisiones de gas de efecto invernadero en un 8% con respecto a 1990.
En diciembre, Bruselas planteó a las compañías aéreas limitar a partir de 2011 las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) para los vuelos internos de la UE y a partir de 2012 para todos los vuelos que partan del bloque o lleguen al él.
Luego, el pasado 7 de febrero, propuso que los autos reduzcan en un 25% su emisión de CO2 hacia 2012, de 160 gramos por kilómetro actualmente a 120 gr/km, ofreciendo al mismo tiempo a los constructores un compromiso para suavizar los costos de este objetivo.
Para la UE, el desafío actual es garantizar la supervivencia del protocolo de Kyoto más allá de 2012, para lo cual se requiere sumar a Estados Unidos (que no lo ratificó pese a emitir el 25% del total mundial de dióxido de carbono), pero también a India y China.
Según la UE, las negociaciones para el nuevo acuerdo «Kyoto II» deberían lanzarse en la conferencia de la ONU sobre clima que se llevará a cabo en Bali (Indonesia) en diciembre próximo.