Los vientos provocados por Isaac azotaron esta ciudad y la tormenta vertió casi 30 centímetros de lluvia en sus calles desoladas, pero el sistema de diques, muros y compuertas parecía resistir una de sus más duras pruebas hasta ahora.
Sin embargo, en los alrededores, las autoridades tuvieron que evacuar o rescatar personas mientras Isaac se posaba sobre Luisiana.
La lluvia ha caído de manera casi constante durante más de un día, inundando barrios en una zona rural del estado y en el vecino Misisipi. Las autoridades tuvieron que responder rápidamente debido a que las aguas estaban subiendo rápidamente, incluso mientras Isaac serpenteaba lentamente hacia el norte el jueves con una trayectoria que apuntaba hacia Arkansas.
El presidente Barack Obama declaró estado de emergencia federal en Luisiana y Misisipi el miércoles por la noche, lo que permite liberar ayuda federal para las zonas afectadas.
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