En el 67 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, el presidente Otto Pérez Molina llamó a buscar nuevas rutas en la lucha contra el narcotráfico y destacó las acciones emprendidas en los primeros ocho meses de su Gobierno.

En el podio principal, Pérez Molina advirtió que el alcance de su Gobierno es parcial, debido a los problemas derivados del narcotráfico, al que vincula con el 40 por ciento de los homicidios en Guatemala.

De esa cuenta, -como ya lo había anticipado- llamó a las Naciones Unidas a revisar la Convención de 1961, en la que se encuentra enmarcada la actual política antidrogas, además de la normativa internacional prohibicionista.

Lo planteó de manera similar a su intervención en la VI Cumbre de las Américas, de abril pasado, donde se encomendó a la Organización de Estado Americanos el estudio de nuevas rutas contra el narcotráfico.

Agregó que la actual política de drogas debe ser revisada con “responsabilidad y con tenacidad”, porque 50 años de una misma política deben servir para evaluar lo que hasta ahora se ha hecho.

Pérez Molina subrayó que Guatemala no tomará medidas unilaterales en el tema de drogas, pero dijo que dedicará su liderazgo a promover el tema y buscar consensos.

Por último, el jefe del Ejecutivo resaltó la adhesión de Guatemala al Estatuto de Roma y aseguró que Guatemala conducirá el Consejo de Seguridad de la ONU con responsabilidad el mes próximo.

También expuso que Guatemala rechaza actos “de difamación a las religiones” y los ataques a sedes diplomáticas, en referencia a los recientes atentados sufridos en las embajadas de Estados Unidos, donde han muerto diplomáticos.

Por último, invitó a los jefes de Estado a participar el 21 de diciembre en la celebración de la llegada del 13 Baktun, al que calificó símbolo como un símbolo de renovación de energías físicas y espirituales.