Activistas reportan decenas de muertos


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Fuerzas leales al presidente Bashar Assad, armadas con pistolas y cuchillos, irrumpieron en una comunidad agrícola del centro de Siria, donde incendiaron casas y mataron por lo menos a 37 personas, incluso mujeres y niños, dijeron activistas hoy.

Por BASSEM MROUE BEIRUT / Agencia AP

Un funcionario gubernamental en Damasco negó los reportes sobre el ataque, que habría ocurrido esta semana en la aldea de Haswiyeh, en las inmediaciones de la ciudad de Homs. El funcionario dijo que no ocurrió muerte alguna en la zona.

Omar Idilbi, de la organización activista Comités de Coordinación Local, dijo que el ataque ocurrió el martes y dejó al menos 37 muertos. Agregó que el número no se ha actualizado desde el miércoles, y es probable que se hayan encontrado más cadáveres desde entonces.

Youssef al-Homsi, activista en Homs, dijo que había al menos 100 muertos, incluyendo decenas de mujeres y niños.

El director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos basado en Gran Bretaña, Rami Abdul-Rahman, elevó la cifra de muertos a 106, y aseguró que algunas personas fueron «quemadas dentro de sus viviendas, mientras que otras fueron muertas a cuchilladas». El grupo añadió que había reportes de «ejecuciones de familias enteras, incluida una de 32 miembros».

No era posible confirmar los reportes de los activistas, debido a las severas restricciones a la labor de la prensa en Siria.

En la zona que rodea Haswiyeh ocurrieron esta semana enfrentamientos entre las fuerzas oficiales y los rebeldes, que siguen controlando varios vecindarios de Homs y otras zonas. Homs es la tercera ciudad más grande de Siria y ahí se han registrado intensos combates desde poco después de marzo de 2011, cuando comenzó la crisis en el país.

Haswiyeh está cerca de la región de Houla, donde perecieron 108 personas en dos días, en mayo. Naciones Unidas describió las muertes en Houla como un crimen de guerra perpetrado por las fuerzas del gobierno y por la milicia Shabiha que apoya al régimen de Assad.

El Observatorio y al-Homsi dijeron que, al parecer, todos los muertos eran sunitas, lo que sugiere que el ataque tendría un móvil sectario. Los sunitas son la mayoría de los 23 millones de habitantes de Siria, mientras que Assad y buena parte de los funcionarios principales en su régimen pertenecen a la rama minoritaria alauita, que se desprendió del chiismo.

Al-Homsi dijo que, según los lugareños, muchos atacantes provenían de la comunidad cercana de Mazraa, mayoritariamente chiita.