Activistas hicieron hoy una manifestación frente a la cancillería brasileña en la que actores con máscaras de los presidentes Dilma Rousseff y Barack Obama pidieron al país sudamericano que le conceda asilo al exanalista norteamericano Edward Snowden, que denunció un esquema de espionaje de su país.
Una treintena de manifestantes participaron en la original protesta convocada por la organización global Avaaz, que entregó 1,1 millón de firmas recogidas desde enero en todo el mundo para instar a Brasil a acoger a Snowden, radicado en Rusia después de divulgar documentos que pusieron en evidencia un amplio esquema de espionaje norteamericano.
«Brasil ha liderado el movimiento mundial por una internet libre y concederle asilo a Snowden sería un gesto de liderazgo muy grande», dijo a The Associated Press Michael Freitas, coordinador de Avaaz en el país sudamericano.
«Sería una señal importante para que otras personas que podrían divulgar información como la que reveló Snowden tengan coraje de dar a conocer lo que saben. Si Snowden termina preso en Estados Unidos, va a ser difícil que alguien vuelva a revelar información tan importante como la que él presentó», agregó Freitas.
Documentos obtenidos por Snowden, un ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, pusieron en evidencia que países latinoamericanos, incluyendo Brasil, y de otros continentes fueron objeto de espionaje norteamericano.
En el caso de Brasil los documentos revelaron que el espionaje alcanzó a la presidenta Rousseff, la petrolera estatal Petrobras y varios ministerios, lo que llevó a la mandataria a cancelar un viaje a Washington programado para octubre y encabezar un movimiento internacional para una nueva administración mundial de internet.
En la manifestación, artistas disfrazados representaron una escena cómica en la que Rousseff entregaba a Snowden un pasaporte brasileño mientras el estadounidense Obama intentaba impedirlo.
El diputado izquierdista Ivan Valente, presente en la manifestación, aseguró que hay más de un centenar de legisladores en el Congreso brasileño que apoyan la concesión de asilo al ex analista norteamericano.
«Snowden puso su propia libertad en riesgo al hacer revelaciones muy importantes para Brasil, para Alemania y muchos otros países; sería un acto de justicia concederle asilo», dijo Valente a la AP.
Admitió que tal acción podría acarrear un resentimiento del gobierno estadounidense, pero aseguró que «Brasil es un país soberano, un país grande, una potencia económica» que tiene condiciones de tomar una decisión de ese tipo sin temer represalias.
Snowden pidió asilo a Brasil y otros países y llegó a ofrecer colaboración a Brasilia para conocer la extensión del espionaje estadounidense en el país sudamericano, pero las autoridades brasileñas no respondieron el pedido.
«Snowden tuvo el coraje de denunciar el espionaje y eso es algo que involucra a muchos países del mundo. El asilo sería un reconocimiento a él por el riesgo que corrió al revelar al mundo lo que estaba haciendo su propio gobierno», comentó Nayara Goncalves, una artesana de 29 años.
Por su parte, Isabela Nascimento, una estudiante de 23 años, consideró que dar asilo al norteamericano «sería una muestra de que Brasil es un país soberano que no tiene por qué tolerar que Estados Unidos venga a espiar a quien quiera cuando quiera».