El gobierno de Guatemala, así como diversas organizaciones, condenaron ayer el ataque armado contra el líder ambientalista y director general del Centro de Acción Legal Ambiental y Social (CALAS), Yuri Melini.
«El Gobierno rechaza todo acto de intimidación, del cual han sido objeto tanto líderes ambientalistas, como las mismas autoridades del Ministerio de Ambiente, inspectores, guardabosques, y otros empleados públicos y de organizaciones que buscan proteger el Ambiente», precisó el gobierno guatemalteco en una nota de prensa.
«El deleznable hecho ocurrido el día de hoy no debe debilitar la moral ni la pasión de quienes luchan por un ambiente sano en Guatemala y en el mundo», añade el texto.
Yuri Melini, de 46 años, fue atacado ayer a tiros por un desconocido que lo hirió de gravedad.
De la misma manera, una veintena de organizaciones ambientales manifestaron su rechazo, aunque estimaron en un comunicado que este ataque pone de manifiesto la oposición a las personas designadas por el presidente ílvaro Colom en altos cargos relacionados con el medio ambiente.
«Denunciamos que está en peligro la institucionalidad ambiental, pues existen una serie de intimidaciones y presiones para relevar de sus cargos a funcionarios del Ministerio de Ambiente, Consejo Nacional de íreas Protegidas y la Fiscalía de Medio ambiente», detalla el texto.
La Convergencia por los Derechos Humanos, que aglutina a decenas de entidades, también condenó y repudió «este ataque directo, que golpea nuevamente a los defensores de los Derechos Humanos en Guatemala, y en consecuencia debilita aún más el Estado de Derecho de nuestro país».
Las organizaciones pidieron al gobierno adoptar las medidas necesarias «para garantizar y proteger la vida y actividades de los defensores de Derechos Humanos, cuya situación de vulnerabilidad se ha agravado durante el primer semestre de este año».
Este atentado «señala nuevamente la situación de inseguridad y el entorno en que tienen que vivir y trabajar los activistas de derechos humanos en Guatemala», lamentó por su parte la alta comisionada adjunta de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Kyung-wha Kang, que el jueves concluyó una visita al país.