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«Por precaución yo aconsejo a los aficionados que no vayan, para evitar las consecuencias que se puedan sufrir», afirmó el presidente colchonero, quien dijo que «simplemente queremos ir a disputar un buen partido de fútbol y que la afición se quede aquí­ tranquila y lo vea por televisión para evitar cualquier tipo de problemas e incidentes».

«Marsella no es una ciudad agresiva ni hay sólo gente agresiva, sino todo lo contrario. Vamos allí­ a jugar un partido de fútbol y no vamos a ninguna guerra ni a meternos con nadie», añadió Cerezo.

El presidente quiere evitar así­ que se puedan producir incidentes tras los ocurridos el pasado 1 de octubre en el partido de Liga de Campeones disputado en el estadio Vicente Calderón de Madrid cuando la policí­a intentó retirar una pancarta de la zona de los aficionados marselleses.

Durante los altercados, fue detenido Santos Mirasierra, un aficionado del Marsella de nacionalidad franco-española que será juzgado la próxima semana por «alteración del orden público» y «atentado contra la autoridad» por golpear a un policí­a.

Su liberación se ha convertido en tema sensible en Francia y en Marsella con distintas peticiones para su puesta en libertad.

«Si registramos cualquier anomalí­a hablaremos con las personas adecuadas y tomaremos las medidas necesarias para evitar cualquier tipo de complicaciones», añadió Cerezo, en referencia a las supuestos mensajes amenazantes recibidos en el club.

Según el diario AS, el club madrileño ha recibido «más de 200 amenazas» por correo electrónico en las que «se vaticina un recibimiento violento para la delegación española».

«Nos cobraremos una ví­ctima española por cada dí­a de prisión de Santos», afirma uno de los mensajes, según AS.

«Vamos con toda la buena voluntad de no meternos con nadie y de volver con los tres puntos para mantenernos primeros de grupo», concluyó Cerezo.