El grupo automotor japonés Toyota estimó hoy que el problema de los aceleradores defectuosos, que provocó el retiro de millones de vehículos, le costaría unos 1.940 millones de dólares, una pérdida compensada en parte por la sorpresiva revisión al alza de sus beneficios anuales.
Por otra parte, el primer constructor mundial indicó que «pronto» tomaría medidas en lo referente al automóvil híbrido Prius después de numerosas quejas por los frenos, pero no se pronunció sobre una posible retirada del mercado del vehículo.
Desde el tercer trimestre de 2009, Toyota debió retirar más de ocho millones de vehículos en el mundo debido a un pedal de aceleración defectuoso y a una alfombra que se enganchaba en los pedales.
El director ejecutivo de Toyota, Takahiko Ijichi precisó que que el costo directo de estos defectos será de «más o menos 100.000 millones de yenes», a lo que se agregarán entre 70 y 80 mil millones de yenes debido a la baja de las ventas provocada por el problema, lo que da un total de 1.940 millones de USD.
En medio de esta situación, que la ha costado muchas críticas, Toyota anunció el jueves que había vuelto a obtener ganancias en el cuarto trimestre de 2009, gracias a un importante aumento de 12,7% de sus ventas mundiales y una reducción de costos más eficaz que lo esperado.
El grupo, que anteriormente había previsto terminar el ejercicio 2009-2010 a fines de marzo con una importante pérdida neta de 200.000 millones de yenes (2.076,62 millones de USD), espera ahora un beneficio neto anual de 80.000 millones de yenes (844,4 millones de dólares).
Además, también redujo su proyección de pérdida de explotación anual a 20.000 millones de yenes, en lugar de los 350.000 millones previstos anteriormente.
La revisión en alza de las previsiones financieras asombró a los analistas.
La mayoría de ellos advirtió que el costo para Toyota de esta crisis, sobre todo en términos de imagen de la marca a largo plazo, será muy elevado.
«Los defectos tendrán un impacto a corto plazo, pero es sobre todo la imagen de Toyota que será perjudicada. El grupo tendrá un problema de reputación a más largo plazo», estimó Tatsuya Mizuno, de Mizuno Credit Advisory.
El director de Toyota precisó que las nuevas previsiones financieras no tomaban en cuenta los últimos problemas, es decir las quejas recibidas en Japón y en Estados Unidos relativas a los frenos del automóvil híbrido Prius.
Toyota señaló haber recibido 77 quejas en Japón, mientras que las autoridades estadounidenses dieron cuenta de un centenar de reclamos similares. Todos se refieren a la última versión del Prius, lanzado en Japón en mayo.
El responsable del control de calidad del grupo, Hiroyuki Yokoyama, reconoció la existencia de un problema en el sistema de frenado hidráulico, que reacciona con lentitud cuando hace frío.
«El freno es lento, pero si se continúa apoyando sobre el pedal el automóvil de detiene», explicó.
El grupo anunciará «pronto» medidas «explicativas» para corregir ese problema, afirmó Yokoyama, sin mencionar un eventual retiro.
En la bolsa de Tokio, la acción Toyota terminó este jueves en nueva baja (-3,52%) a 3.200 yenes. Desde el 1º de enero, el valor bursátil del grupo ha bajado casi un 22%.
El vehículo híbrido Toyota, el Prius, al que se le ha detectado un defecto en los frenos, es el eje de la estrategia del gigante del automóvil japonés, centrada en este tipo de auto «ecológico» que funciona al mismo tiempo con combustible y electricidad.
El Prius, cuyo nombre proviene de la palabra «el primero» en latín, es el primer vehículo híbrido fabricado a gran escala en el mundo.
La versión inicial había sido lanzadas en 1997 y hasta el pasado 31 de agosto se vendieron unos 3,5 millones de Prius en cuarenta países.
El Prius fue el vehículo más popular en Japón en 2009 (208.876 unidades entregadas), gracias a las ventajas financieras ofrecidas por el gobierno nipón a los compradores de vehículos «verdes».
La tercera generación del Prius, afectada por problemas en los frenos, fue lanzada primero en Japón en mayo de 2009 y debe ser comercializada en forma gradual en unos 80 países.
Este nuevo Prius es, por el momento, fabricado en forma exclusiva en Japón (la generación anterior era ensamblada en China) y tiene un motor eléctrico y otro de gasolina de 1,8 litros.
Toyota presentó en diciembre el futuro Prius de cuarta generación, más fácil de recargar y que tiene una batería que le confiere una mayor autonomía cuando se utiliza con electricidad.
Los vehículos híbridos son el pilar de la estrategia de desarrollo actual de Toyota.
El número uno mundial del automóvil prevé que este tipo de auto representará el 30% de su producción en 2020, año a partir del cual todos los modelos de Toyota podrán comprarse en versión híbrida.
Mientras tanto, el constructor japonés quiere superar «lo antes posible» la cifra de un millón de vehículos híbridos vendidos anualmente en el mundo.
Toyota estima que el híbrido es una tecnología de transición antes del afianzamiento de los vehículos completamente eléctricos, que proyecta ocurrirá hacia 2030.
La estrategia adoptada por Toyoya difiere de la que siguen otros grandes constructores, como Nissan y Renault, que son escépticos sobre el futuro del híbrido y apuntan más bien a un vehículo 100% eléctrico.